En la recta final para el cierre de inscripciones de aspirantes a dirigir el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) comienzan a surgir nombres de posibles candidatos de Guatemala, El Salvador y Costa Rica.
El BCIE, creado en 1960 como el brazo financiero de la integración centroamericana, abrió en junio pasado el proceso para recibir postulaciones después de que la LXIII Asamblea de Gobernadores del BCIE, realizada en mayo, no reeligiera al hondureño Dante Mossi como presidente de la junta directiva. El plazo cierra este viernes 8 de septiembre y quien resulte seleccionado asumirá el cargo el próximo 1 de diciembre.
Uno de los requisitos de los aspirantes es que debe proceder de los países miembros fundadores: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua o Costa Rica.
La candidatura del guatemalteco Jaime Díaz Palacios, actual vicepresidente del BCIE, parece ser de las más sólida ya que contaría con el respaldo de Costa Rica y de varios de los socios extrarregionales más importantes.
Otro nombre que se menciona es el del gobernador de Costa Rica ante el BCIE, Erwen Masís Castro. Lo que sí parece claro es una alianza entre Guatemala y Costa Rica.

En el radar de posibles candidatos surge el exministro de Hacienda de El Salvador, Alejandro Zelaya, quien por tres años fue la mano derecha del presidente Nayib Bukele e implementó durante su gestión un plan contra la evasión fiscal y dos recompras anticipadas de deuda, ambos procesos considerados clave en la gestión fiscal salvadoreña. Además fue uno de los férreos defensores en la adopción del bitcoin como moneda de curso legal. Zelaya fue removido de su cargo en junio pasado por Bukele y lo nombró como director país del BCIE.
Ni Honduras ni Nicaragua han anunciado una candidatura oficial. Honduras ya tuvo dos presidentes de forma consecutiva y es muy difícil que la dictadura de Daniel Ortega pueda presentar un candidato que logre apoye.
La salida de Mossi
Mossi llegó al BCIE en 2018 cuando el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, negoció su nominación con Daniel Ortega, una propuesta a la que también mostró su beneplácito Salvador Sánchez Cerén.
Desde entonces, su cargo ha sido fuertemente cuestionado por el apoyo al régimen de Nicaragua y la oposición nicaragüense e importantes tanques de pensamiento estadounidenses le nombraron “el banquero de los dictadores”.
El BCIE también se convirtió en el principal financista del Gobierno de Bukele después de que el mercado internacional cerrara el grifo ante los temores de su limitada solvencia para pagar los compromisos de deuda y el fracaso de una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En 2022, el banco sumó más de $3,340 millones en aprobaciones de financiamiento, de los cuales un 19 % corresponde a operaciones con El Salvador, un 17 % con República Dominicana, y un 15 % en Costa Rica y Honduras, respectivamente.
El resto se distribuye entre Guatemala, Panamá, Nicaragua, Belice, Colombia, Argentina e incluso Cuba, a quien le aprobó un financiamiento de 46.7 millones de euros para la compra de 200 millones de vacunas contra el covid-19.
Los socios extrarregionales
Pero cualquier candidato necesita además de los votos de los socios regionales, el apoyo de los socios extrarregionales, cuyo voto depende de su fortaleza accionaria. La República de China (Taiwán) es el socio extrarregional con mayor participación accionaria (11.4%), Corea del Sur es el segundo mayor accionista con el 7.67%.
México es la tercera mayor participación accionaria dentro del grupo de socios extrarregionales con un 5.03%. y España cuenta con una participación del 4.23%. Otros socios minoritarios son Colombia, Argentina y Cuba.