La inteligencia artificial (IA) generativa, que crea textos o imágenes, añadiría hasta $30,000 millones anuales a la economía de Centroamérica y el Caribe en 2030, de acuerdo con un estudio de McKinsey Global Institute.
Esta tecnología imita la inteligencia humana para crear de cero contenidos, como conversaciones, historias, imágenes, vídeos y música. Aunque para algunos genera duda sobre el desplazamiento del talento de las personas, los defensores de la IA afirman que su implementación optimiza los procesos empresariales, desde un chat hasta realizar análisis de datos.
El centro de investigación, ubicado en Nueva York, señala que la IA generativa aportaría de 2.6 a 4.4 billones de dólares anuales a la economía mundial en los próximos años. De estos, entre $20,000 y $30,000 millones se generarían en el istmo, equivalente a un 5 % del producto interno bruto (PIB).
Una encuesta del instituto, realizada a 100 organizaciones a nivel mundial, encontró que el 63 % de los encuestados afirma que la IA generativa es una de sus “principales prioridades”, pero un 91 % no se encuentra preparado para utilizarla.
“En la región centroamericana, esta tecnología tiene un inmenso potencial para transformar y acelerar sectores como el financiero, la agricultura, la industria de externalización de procesos
de negocios y más”, añadió la firma McKinsey & Company en un comunicado.
Para finales de la década 2020, un 50 % de las actividades que representan la fuerza laboral en el mundo podrían ser automatizadas, señaló la firma, al tiempo que reconoció que hay oportunidades de las cuales los líderes empresariales podrían sacar ventaja.
En su análisis, McKinsey & Company indicó que la IA generativa aumentaría la productividad de los trabajadores si es utilizada para automatizar o asistir las tareas repetitivas y tediosas, lo que daría “tiempo” a las personas para dedicarse a las labores más complejas y creativas.
Sin mencionar un nombre, la consultora señaló que un banco de la región logró un 40 % de aumento en la productividad de los desarrolladores al utilizar la IA generativa en el área de marketing.
Esta tecnología también se podría utilizar para realizar análisis de suelo, patrones climáticos y características de cultivos, información “valiosa” para los agricultores.
Riesgos de la inteligencia artificial
La aplicación de la IA generativa representa retos y riesgos que “deben abordarse cuidadosamente”. “Para 2030, millones de trabajadores en la región probablemente tendrán que cambiar de ocupación o rol, siendo los más impactados por esta tecnología los relacionados al soporte de oficina y servicio al cliente”, añadió la consultora.
Sin embargo, el mercado requerirá de nuevos profesionales en áreas de ingeniería rápida, ingeniería de datos y ciencia de datos.
El rápido movimiento de la fuerza laboral es un reto para Centroamérica, donde menos de la mitad de la población tiene conocimientos suficientes para utilizar una computadora en tareas profesionales básicas.
McKinsey & Company señaló que en la región también hay restos sobre la disponibilidad, la capacidad y la calidad de datos, así como de sistemas informáticos para producir resultados fiables.