Las maquilas se van de Centroamérica a Asia por la mano de obra barata, asegura sindicato

Desde 2022, varias maquilas han cerrado operaciones en la región alegando la crisis de precios y la baja demanda en Estados Unidos.

La salida de las maquilas de Centroamérica se debe a una migración de capitales hacia el mercado asiático en búsqueda de mano de obra barata, aseguró la Central Sandinista de Trabajadores (CST) de Nicaragua.

En declaraciones retomadas por La Prensa, Pedro Ortega, secretario de Asuntos Laborales del movimiento, aseguró que las fábricas de ropa alegan que los costos de producción en Centroamérica son más altos en comparación con otras regiones, sobre todo la mano de obra que en la década de 1990 fue uno de los principales atractivos para atraer a los inversionistas.

Según Ortega, las empresas aplican una “reingeniería industrial” para sacar sus plantas en Centroamérica y colocarlas en el continente asiático. “Va a haber una estampida”, aseguró el sindicalista en un foro organizado por la Federación de Asociaciones y Sindicatos Independientes de El Salvador (Feasies).

Ortega señaló que las empresas están interesadas en mercados como Vietnam, Tailandia o Bangladesh. “Sabemos que Gildan está construyendo cuatro naves de costura y dos textileras. Dentro de unos tres años, este consorcio Gildan va a estar generando casi 20,000 empleos en Bangladesh”, añadió.

En Bangladesh, el salario mínimo es de $90 en el sector textil, mientras que en Honduras Gildan paga $500 de acuerdo con el convenio colectivo y $310 en Nicaragua.

Después de los conflictos armados internos, Centroamérica se encaminó en 1990 a convertirse en una región textilera a expensas de bajos salarios y en condiciones precarias, con jornadas extendidas. Las mujeres de bajo nivel educativo son las principales en recurrir a estos puestos, dada las desventajas en el mercado laboral. Oxfam estima que cerca de 260,000 trabajadoras viven explotadas en las zonas francas en la región.

“Estas grandes marcas, estas grandes transnacionales, quieren seguir sangrando a los trabajadores, a las trabajadoras, en estos países en que son miles y millones de habitantes y que quieren un empleo, entonces se aprovechan”, añadió Miguel Ruiz, secretario general de la Confederación Sindical Róger Barrantes.

Feasies recoge que más de 82,000 empleos en la industria textil se han perdido desde mediados de 2022, de los cuales 8,000 corresponden a Guatemala, 18,000 a El Salvador y Nicaragua, respectivamente, mientras que en Honduras superan los 38,000.

Los empresarios, por su parte, han alegado que los cierres de las plantas se deben a ajustes en las casas matrices después de la crisis de precios, sumado a una menor demanda externa, principalmente en Estados Unidos.

 

 

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