Las remesas hacia Honduras siguen en ascenso, pero deportaciones podrían cambiar el escenario

Las remesas han crecido un 26.47% en los últimos años, superando los $10 mil millones para 2025, según las proyecciones UNAH, pero el fenómeno de la migración sigue siendo un desafío debido a la falta de empleo y las deportaciones desde Estados Unidos.

El flujo de remesas hacia Honduras ha experimentado un aumento notable del 26.47 % en los últimos años, según un informe de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), lo que refleja la creciente importancia de esta fuente de ingreso para el país.

Henry Rodríguez, jefe del Departamento de Ciencias Económicas de la UNAH, explicó en declaraciones recientes a HRN que, si las deportaciones masivas no afectan esta dinámica, se espera que para 2025 el crecimiento de las remesas continúe entre un 7.5 % y un 10 %

“Al cierre de este año, proyectamos que el monto total superará los $10,000 millones, lo que demuestra la estabilidad de esta fuente económica crucial para Honduras”, señaló Rodríguez. Este incremento en las remesas, que representan una parte fundamental del Producto Interno Bruto (PIB) del país, está directamente vinculado a la emigración, fenómeno que sigue marcando la vida de miles de hondureños.

Actualmente, más de 2 millones de hondureños residen en Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades laborales debido a las dificultades económicas y la falta de empleo en su país natal. Según Rodríguez, uno de los mayores desafíos para Honduras radica en la creación de empleo dentro de sus fronteras para frenar esta migración.

“Es esencial que el gobierno impulse las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPymes), que son claves para generar empleos y reducir la necesidad de emigrar”, destacó el economista.

A pesar de este optimismo sobre el futuro de las remesas, los datos también reflejan un escenario complejo. El Banco Central de Honduras (BCH) reportó que durante los primeros 16 días de 2025, las remesas crecieron un 7.8 %, alcanzando los 369 millones de dólares.

Sin embargo, en paralelo a este crecimiento económico, las deportaciones de hondureños desde Estados Unidos continúan siendo un desafío.

El gobierno de Estados Unidos, en su intento de controlar la migración irregular, ha deportado a miles de connacionales.

En el segundo mandato de Donald Trump, se registraron 3,961 deportaciones mediante vuelos chárter, y según las autoridades hondureñas, este 1 de marzo llega el quinto vuelo militar con deportados. Esta situación ha generado un sentimiento de incertidumbre en muchas familias hondureñas, que dependen de las remesas para su sustento.

El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) también ha resaltado la relevancia de las remesas para la estabilidad económica y social del país. Estas transferencias, que provienen principalmente de Estados Unidos, han tenido un crecimiento sostenido en las últimas décadas, convirtiéndose en un pilar esencial para muchas familias.

Con el cierre de 2024, las remesas alcanzaron los $ 9,743 millones de dólares, lo que equivale a aproximadamente 250,000 millones de lempiras.

Este fenómeno no solo es relevante desde una perspectiva económica, sino también social, ya que las remesas permiten a las familias hondureñas cubrir necesidades básicas como educación, salud y vivienda.

Aunque las remesas continúan siendo un salvavidas para miles de hondureños, la necesidad de abordar las causas subyacentes de la migración sigue siendo urgente.

La creación de empleos dentro del país y el fortalecimiento de las MiPymes son medidas fundamentales para mitigar el flujo migratorio y asegurar que las remesas no sigan siendo la principal fuente de bienestar para los hondureños.

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