Las remesas familiares recibidas por los hogares en el norte de Centroamérica superaron los $21,429 millones en el primer semestre, confirman estadísticas de los bancos centrales.
El monto comprende los ingresos captados por Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, las economías más dependientes de las remesas familiares en América Latina. De enero a junio, los envíos de dinero de la diáspora centroamericana crecieron en más de $1,028.6 millones, un 5.04 % respecto a los $20,401 millones registrados en el primer semestre de 2023.
Los hogares guatemaltecos se mantuvieron como los principales receptores con más de $10,271.3 millones y equivalente a un crecimiento de $613.3 millones, un 6.3 %, respecto al mismo período de 2023, según estadísticas del Banco de Guatemala (Banguat).
Honduras recibió un poco más de $4,628.5 millones a junio pasado, un 2.63 % superior en comparación con los $4,509.8 millones registrados en el mismo período del año pasado. Es decir, que los hogares hondureños recibieron $118.7 millones adicionales.
En El Salvador se registró el crecimiento más bajo, en apenas 0.8 %. El Banco Central de Reserva (BCR) reporta que los salvadoreños residentes en el exterior enviaron más de $4,052 millones, una cifra que aumentó $33.5 millones en relación al saldo de 2023. Según la estadística, se trata del peor dinamismo registrado, exceptuando 2020 por la pandemia, en la última década.
Nicaragua, cuya economía se sostiene por las remesas tras el éxodo migratorio, acumula ingresos de $2,477.8 millones. El Banco Central señala que estos aportes crecieron en $262.8 millones, un 11.9 %, frente al primer semestre de 2023.
Estas cuatro economías centroamericanas son altamente dependientes de los ingresos de remesas, que se destinan en su mayoría a la manutención y el consumo. En Nicaragua representan un 29 % del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en Honduras alcanza un 28 %, seguido de El Salvador con un 25 % y Guatemala con un 20 %, según el centro de pensamiento Diálogo Interamericano.
La gran parte de las remesas procede principalmente de Estados Unidos, donde la tasa de desempleo entre los latinos alcanzó 5.3 % en julio, superior al 4.9 % registrado en junio pasado.
El Banguat estima que los ingresos de remesas superen los $21,600 millones en 2024, así como el Banco Central de El Salvador estima que los aportes alcancen una nueva cota de $8,500 millones.