La empresa APM Terminals, filial del conglomerado danés Maersk, anunció este miércoles la adquisición de la Panama Canal Railway Company (PCRC), operadora del histórico ferrocarril del Canal de Panamá, en una transacción estratégica con Canadian Pacific Kansas City Limited (CPKC) y el Grupo Lanco/Mi-Jack.
“La adquisición de Panama Canal Railway Company representa una atractiva inversión de infraestructura alineada con nuestro negocio principal de movimiento de contenedores”, expresó Keith Svendsen, CEO de APM Terminals, al anunciar el acuerdo. La operación busca fortalecer la capacidad intermodal de Maersk en la región y consolidar su red logística global.
La línea ferroviaria, de 76 kilómetros, conecta los océanos Pacífico y Atlántico y se ha consolidado como un eje logístico fundamental, especialmente tras las restricciones de tránsito en el Canal de Panamá provocadas por la sequía entre 2023 y 2024. Aunque ofrece servicios de pasajeros, su actividad principal es el transporte de carga, con ingresos reportados de $77 millones en 2024.
El ferrocarril fue una empresa conjunta entre subsidiarias de Canadian Pacific y el Grupo Lanco. Con la venta, CPKC se enfoca ahora en su red ferroviaria trinacional en Canadá, Estados Unidos y México, según explicó su presidente ejecutivo, Keith Creel: “La venta de este activo no esencial crea valor para nuestros accionistas y respalda nuestro compromiso de optimizar nuestras operaciones principales”, señaló.
El anuncio llega en un contexto de tensiones geopolíticas crecientes. La creciente participación de actores extranjeros —como China— en la infraestructura panameña ha provocado reacciones en Washington, y el presidente Donald Trump sugirió incluso retomar control del Canal de Panamá, devuelto por EE.UU. en 1999. Recientemente, una negociación para vender puertos operados por la china CK Hutchison a un consorcio liderado por BlackRock fue pospuesta tras presiones del gobierno chino.
Con esta adquisición, Maersk afianza su papel como uno de los principales usuarios del Canal y del sistema ferroviario, apuntalando una ruta alternativa clave para el flujo comercial interoceánico. La compra también refuerza la posición de Panamá como hub logístico regional, en momentos de ajustes y transformaciones del comercio marítimo global.