La incertidumbre de una guerra comercial por el aumento de aranceles de Estados Unidos no deja de poner más zozobra en la economía mundial. Sin embargo, los empresarios y los funcionarios de Centroamérica descartan, de momento, un gran impacto.
Desde que llegó a la Casa Blanca, el 20 de enero de 2025, el presidente Donald Trump ha anunciado tres bloques de tarifas aduaneras: 25 % a México y Canadá, 20 % para las importaciones de acero y aluminio, y aranceles recíprocos con todos los socios comerciales.
Johny Gramajo, gerente Económico del Banco Central de Guatemala (Banguat), descartó que el plan de aranceles recíprocos afecte a la economía guatemalteca, que importa y exporta a la gran economía a través del Tratado de Libre Comercio Centroamérica-República Dominicana (CAFTA-DR).
“Los aranceles en Guatemala han tenido un proceso de disminución. Esa reducción arancelaria básicamente hace que la tasa promedio de aranceles de Guatemala sea entre 2 % y 5 %, es muy parecido a lo que aplica Estados Unidos”, dijo el funcionario a la prensa local.
Los aranceles recíprocos buscan “igualdad de condiciones”, según el presidente Trump, para las importaciones y las exportaciones de Estados Unidos, una medida que afectaría principalmente a la Unión Europea o grandes economías como Brasil e India, que tiene un esquema tarifario diferente para proteger sectores claves de su matriz productiva.
Gramajo señaló que el CAFTA tiene tratos especiales arancelarios, determinados por los ministros de Economía de los gobiernos firmantes del acuerdo. “Los países de manera unilateral no podrían tomar medidas en contra de una posible medida de Estados Unidos”, advirtió el gerente del Banguat, al tiempo que reconoció que no es un escenario “factible” para la región.
En El Salvador, el sector empresarial ha descartado grandes afectaciones, pero teme un aumento en los insumos clave de producción, especialmente los bienes elaborados con acero y aluminio.
La Asociación de Industriales de El Salvador (ASI) declaró a la prensa este martes que los productos importados desde Estados Unidos, elaborados por materias primas más caras por el aumento de aranceles, llegarán indudablemente con sobrecosto a El Salvador, pero, en el caso de construcción, una buena parte de los materiales se adquiere en mercados asiáticos.
El 37.4 % de las exportaciones de la región se destinan a Estados Unidos, mientras que cubre el 29.8 % de las importaciones, de acuerdo con la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca).
En el top cinco de productos de exportación a Estados Unidos están los instrumentos de medicina, bananas y plátanos, camisetas, café y aparatos de ortopedia. Entretanto, en importación se encuentran aceites de petróleo, gas y demás hidrocarburos gaseosos, maíz, tortas y residuos de extracción de aceite de soja, e instrumentos de medicina.