Nicaragua registra aumento sustancial en remesas desde el exilio

Las estadísticas del BCN indican que el 82.7% de las remesas de noviembre provinieron de Estados Unidos

El Banco Central de Nicaragua (BCN) reveló el 26 de diciembre de 2023 que las remesas recibidas en el país experimentaron un aumento significativo de 27.8% en noviembre de 2023, comparado con el mismo mes del año anterior. El total acumulado de remesas hasta noviembre de este año alcanzó los 4,239.8 millones de dólares, marcando un incremento del 46.8% en comparación con 2022.

Este aumento sustancial se ha convertido en un pilar clave para sostener la economía del país en medio de una crisis migratoria profunda en Nicaragua. Desde 2018, Nicaragua ha estado sumida en una crisis marcada por la desesperanza, la pobreza y la represión bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Protestas sociales en demanda de mejores opciones de Seguro Social, fueron aplastadas por policías, militares, fanáticos y funcionarios públicos al servicio de la dictadura familiar Ortega-Murillo, quienes ordenaron la represión contra manifestantes, asesinando a más de 355, hiriendo a más de 4,000, detuvieron, desaparecieron y torturaron a más de 10,000 y al menos 640,000 nicaragüenses han migrado, algunos obligados al exilio y otros desterrados por el régimen.

Esta situación ha llevado al exilio a cientos de miles de nicaragüenses, quienes han buscado refugio y mejores oportunidades en países como Estados Unidos, Costa Rica y España.

Las estadísticas del BCN indican que el 82.7% de las remesas de noviembre provinieron de Estados Unidos, lo que representa una contribución significativa de la diáspora nicaragüense en ese país, considerado por la dictadura izquierdista como “enemigo de la humanidad”.

Además, Costa Rica y España también han sido fuentes importantes de remesas, reflejando el alcance global de la migración nicaragüense.

Este fenómeno pone de relieve un aspecto crítico de la crisis: mientras los nicaragüenses huyen de un régimen represivo, sus remesas desde el exterior se han convertido en un soporte vital para la economía de su país de origen.

Esta situación ha generado un ciclo en el cual el régimen de Ortega-Murillo, a pesar de ser la causa principal de la migración, se beneficia indirectamente de las remesas enviadas por aquellos que han tenido que dejar su patria.

La comunidad internacional y los observadores regionales han notado esta paradoja, donde la diáspora nicaragüense, a pesar de vivir en el exilio, sigue desempeñando un papel crucial en la economía de Nicaragua, un país cada vez más aislado de la cooperación internacional.

Este escenario resalta la complejidad de la crisis migratoria en la región, donde los aspectos económicos y políticos están profundamente entrelazados, ya que Nicaragua, Cuba y Venezuela, bajo dictaduras, han expulsado a millones de sus ciudadanos al exilio.

El aumento en las remesas desde Estados Unidos, Costa Rica y España contrasta con las disminuciones observadas desde países como Panamá y El Salvador, mostrando un panorama diversificado de las fuentes de ingresos para Nicaragua desde el inicio de la crisis en 2018.

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