La nueva embajadora de China en Costa Rica, Wang Xiaoyao, anunció que el gigante asiático está dispuesto a ofrecer una alternativa para la implementación de la red 5G en el país centroamericano, mientras acusó a Estados Unidos de ejercer presión sobre sus aliados para excluir a Huawei y otras empresas tecnológicas chinas de los mercados internacionales.
Durante su primer encuentro oficial, la diplomática abordó la reciente Convención Internacional contra la Ciberdelincuencia, suscrita por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como una posible base para garantizar la seguridad tecnológica sin recurrir al Convenio de Budapest.
Este convenio, según Xiaoyao, está dejando fuera de la contienda del 5G a varios países, incluida China.
“Esta Convención que va a adoptarse en la Asamblea General en septiembre, puede abordar, responder, las preocupaciones de Costa Rica mejor que otros convenios más regionales”, aseguró Wang Xiaoyao.
La embajadora sugirió que el nuevo documento podría proporcionar las líneas mínimas para un trabajo conjunto en ciberseguridad y tecnología 5G, alejándose de las “acusaciones políticas”.
Tensiones tecnológicas y diplomáticas
Las declaraciones de la embajadora se producen en un contexto de tensiones crecientes entre China y Estados Unidos, que han impactado en países como Costa Rica, donde la implementación del 5G se ha convertido en un tema de controversia. En agosto de 2023, el presidente costarricense Rodrigo Chaves visitó Estados Unidos y discutió los requisitos del cartel del 5G, incluyendo el uso del Convenio de Budapest, lo que generó fricciones con China.
“Estamos a la expectativa de que la parte costarricense adopte una actitud objetiva e imparcial en esta cuestión. Que persista en su independencia y soberanía y tome una decisión partiendo de sus propios intereses”, señaló la delegación china en otras ocasiones, criticando la influencia de Washington en las decisiones de política tecnológica de San José.
El Convenio de Budapest
El Convenio de Budapest, un tratado internacional sobre ciberdelincuencia promovido por varios países occidentales, ha sido un punto de disputa. China no forma parte de este convenio y ha mostrado su rechazo a lo que considera un instrumento excluyente.
La embajadora Xiaoyao subrayó que entre los 75 países que han ratificado el convenio, la mayoría mantiene cooperación con empresas chinas, argumentando que existe una cooperación fluida con estas compañías a pesar de las tensiones.
“Sería un mejor documento para responder las preocupaciones de Costa Rica para esta convención”, concluyó la embajadora, refiriéndose a la nueva convención de la ONU sobre ciberdelincuencia como una alternativa más inclusiva.
Además del conflicto tecnológico, Wang Xiaoyao mencionó los diferendos entre China y Estados Unidos, con Huawei como uno de los puntos de mayor fricción.
“Sabemos que durante los últimos años, los EE.UU. no escatiman esfuerzos en condenar Huawei”, señaló, añadiendo que Washington también ejerce presión sobre sus aliados para excluir a la firma china del desarrollo de redes 5G.
En respuesta, el gobierno costarricense ha defendido sus criterios de ciberseguridad, afirmando que estos se basan en principios internacionales de protección de datos y no en presiones externas.
La Ministra de Ciencia y Tecnología, Paula Bogantes, comentó que “más allá del Convenio de Budapest hay otros documentos que también regulan la posibilidad de que las empresas entren en la contienda del 5G.”
Las tensiones sobre el 5G en Costa Rica reflejan el escenario más amplio de competencia tecnológica y geopolítica entre China y Estados Unidos, en un momento en el que ambos países buscan consolidar su influencia en América Latina.
China ha recurrido legalmente a los tribunales para presionar a Costa Rica y revertir las consideraciones del gobierno, pero la alta autoridad judicial ha botado los argumentos chinos y ha dado espacio a los argumentos técnicos de Costa Rica.