Una misión de productores de hortalizas de Honduras explorará oportunidades de negocios en El Salvador, un país con una alta dependencia de las importaciones de alimentos por su baja capacidad de producción.
Fredis Cerrato, ministro de Desarrollo Económico de Honduras, indicó que la visita se realizará esta semana en un acercamiento entre el sector privado con el gobierno, a pesar de los constantes conflictos. “El Salvador es un país que ha migrado a otro tipo de producciones, lógicamente nosotros somos un país con una extensión territorial más grande, pero ellos necesitan alimentos”, cita Radio América al funcionario.
Debido a la debacle en la producción agrícola desde el conflicto armado, en la década de 1980, El Salvador debe importar gran parte de los alimentos que consume su población. El Banco Central de Reserva (BCR) reporta que al cierre de 2024 las compras de productos de origen vegetal sumaron $761.5 millones, donde Honduras se colocó como el sexto proveedor con $34.9 millones.
Esta cifra incluye la compra de plantas vivas, hortalizas, frutas, café, cereales, productos de molinería, semillas, y otros productos del reino vegetal. Según el BCR, las importaciones de Honduras aumentaron en $3.02 millones, un 9.5 % en relación a 2023.
En los mercados populares en El Salvador es común ver que el tomate, los repollos, las papas, las cebollas y las zanahorias son importados cada día en grandes vehículos desde los países vecinos, principalmente de Guatemala y Honduras.
Un estudio de 2022 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) encontró que El Salvador es el segundo país centroamericano, después de Panamá, que más depende de las importaciones, en más de $1,000 millones entre frutas, verduras, lácteos y cereales.