Las relaciones comerciales entre Panamá y Costa Rica se enfrentan a una nueva controversia después de que el gobierno panameño apelara a una decisión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que favoreció las exportaciones de productos agropecuarios costarricenses.
Aunque el gobierno en San José asegura que evaluará con calma las opciones para persuadir a la parte panameña, los empresarios advierten de pérdidas por las barreras a las exportaciones y erosión a la confianza en la producción costarricense.
Las relaciones se tensaron tras un fallo emitido el 5 de diciembre de 2024 por la OMC a favor de Costa Rica en una disputa comercial interpuesta en 2019 después de que Panamá restringiera el ingreso de productos agrícolas, como lácteos, carne, piña, banano y alimento para peces.
Panamá argumentó en ese momento ante la OMC que el gobierno otorgó una extensión de permisos de importación a cerca de 26 plantas costarricenses, la cual finalizó en junio de 2020.
A partir de ese momento, se impusieron restricciones, que Costa Rica califica de injustificadas.
Tras reclamos de los empresarios panameños, el gobierno de José Raúl Mulino impugnó el 24 de enero de 2025 ante el Órgano de Apelaciones de la OMC, pero esta entidad se encuentra inoperativa desde 2019 porque todos los intentos por nombrar jueces han sido bloqueados por Estados Unidos que reprocha que los veredictos van en contra de sus intereses.
Sin solución a la vista
Esto significa que el proceso entró en una nueva etapa de entrampamiento porque el Órgano de Apelaciones no puede resolver ninguna disputa comercial.
En conferencia de prensa acompañado de la cúpula empresarial, el ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, Manuel Tovar, calificó este martes la decisión de Panamá como un “acto temerario de mala fe del gobierno”.
Para Ivannia Quesada, presidenta de la Cámara Nacional de Productores de Leche de Costa Rica, Panamá no respetó la institucionalidad internacional que regula el comercio.
“Después de un fallo, como argumentación, se pone en duda la calidad y la inocuidad de los productos lácteos costarricenses. Ese es el mayor daño que se está haciendo en este momento”, reclamó Quesada, que sostuvo que Costa Rica provee a más de 10 países que no han presentado reclamos.
Entretanto, la parte de Panamá sustenta su apelación en que la OMC no tomó en cuenta la normativa panameña y no defendía los mejores intereses del país.
Citado por la prensa local, Julián González Chea, vocero del Comité Técnico Comercial del Sector Productor Lácteo (Pro Lácteos de Panamá), calificó la posición de Costa Rica de “inapropiada” porque hacen aseveraciones “sobre la economía panameña y sobre el sector lácteo cuando ni siquiera son panameños”.
Antes de las restricciones al comercio, Costa Rica enviaba a Panamá cerca de 50,000 kilos diarios de leche industrializada.