La agencia S&P Global Ratings mejoró este martes la calificación de la deuda salvadoreña de ‘CCC+’ a ‘B-‘ después de que el gobierno de Nayib Bukele comenzara un plan de reperfilamiento de la deuda con los bancos privados.
Además, dejó la perspectiva en positiva que, a criterio de la agencia, refleja un “equilibrio de los riesgos” por el alivio fiscal.
De acuerdo con la escala de la agencia, el grupo con la calificación ‘B’ denota que el soberano sigue con un grado especulativo porque está sujeto a las condiciones económicas y financieras, aunque tiene capacidad de cumplir sus obligaciones de deuda.
“Elevamos nuestras calificaciones crediticias soberanas de El Salvador a ‘B-/B’ porque consideramos que el reciente programa del gobierno para refinanciar gradualmente su deuda de corto plazo con bancos locales reducirá las necesidades de refinanciamiento y mitigará el riesgo de un incumplimiento en los próximos dos años”, explicó S&P en su análisis.
Acuerdo con la banca
El Ministerio de Hacienda aceptó en septiembre pasado una propuesta de la banca privada para cambiar el perfil de la deuda de corto plazo, que supera los $2,800 millones y constantemente pone presiones en la caja pues los vencimientos no pueden superar los 360 días. Estos compromisos representan un 8 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Con este plan, se modificará el esquema de vencimientos de $1,400 millones de un año a entre uno y siete años plazo, a cambio de un aumento en las tasas de interés de 8.25 % a un 9.75 %.
S&P Global Ratings detalló que Hacienda comenzó a ejecutar el plan en octubre y, debido a la estructura de los vencimientos, se calcula que terminará dentro de un año. Al finalizar el proceso, la agencia estima que la carga de la deuda pública de corto plazo quedará entre $1,700 y $2,000 millones.
En medio de fuertes presiones por el vencimiento de $800 millones en bonos en enero de 2023, el gobierno salvadoreño sacó dos recompras anticipadas en 2022 para los títulos de 2023 y 2025. Esto relajó las tensiones del mercado y alivió también las amortizaciones para 2025 (pasó de $800 millones a $367 millones).
En abril pasado, el gobierno también ejecutó un canje de la deuda del sistema de pensiones, que estableció que durante cuatro años no se pagarán intereses ni capital, a cambio que después se otorgará una mejor tasa en hasta un 7 % para un plazo de 50 años.
Si bien S&P Global Ratings considera que estas medidas dan un alivio a la caja fiscal, advirtió que las finanzas públicas siguen siendo frágiles y vulnerables. La firma calcula que la deuda pública de El Salvador supera el 70 % del Producto Interno Bruto.