El precio de la libra de café en el mercado internacional cerró en diciembre de 2024 en su mejor valor en 47 años, en un mercado que ha visto un abrupto incremento en los costos operativos por el fortalecimiento del dólar estadounidense desde la victoria en las elecciones presidenciales por Donald Trump.
El precio indicativo del café, establecido por la Organización Internacional del Café (OIC) en 1960 como una referencia para los países productores, cerró con un promedio de $2.99 en diciembre, un 10.7 % superior a los $2.70 que costó en noviembre pasado. Además, la cotización se encuentra un 70.5 % por arriba al valor reportado en igual mes de 2023, cuando fue de $2.229.
Según la OIC, este precio de café no se había registrado desde abril de 1977, cuando la libra se colocó en $3.14.
¿Por qué aumentó?
Como todo producto que se cotiza en la bolsa, el café está sujeto al vaivén del mercado. La OIC explicó que los precios del café se combinaron con el fortalecimiento del dólar con la reelección de Donald Trump y los recortes de las tasas de interés de la Fed (banco central de EE. UU.), que ha aumentado “enormemente el costo financiero de las operaciones”.
La OIC señala que un dólar fuerte ha generado “tensión constante” para los importadores y los tostadores occidentales, quienes tendrán que trasladar los aumentos al precio del consumidor final.
“El aumento de los precios del mercado ha obligado a los intermediarios a emitir llamadas de margen a sus clientes. Esto empeora el estrés que ya causan los retrasos en los puertos, agravando aún más los costos operativos”, añadió la OIC en un análisis.
La institución ilustra que dos grandes empresas exportadoras de Brasil, el mayor productor mundial, pidieron a un tribunal local más tiempo para negociar con los acreedores a fin de evitar declararse en quiebra.
A la camándula de crisis se suman las trabas en las cadenas logísticas. El Consejo de Exportadores de Brasil (Cecafé) reporta que los vendedores han gastado siete millones de reales adicionales para pagar el almacenamiento y las tarifas portuarias debido a la ineficiencia del despacho. Colombia, el cuarto productor mundial, también se enfrenta a escasez de contenedores y limitado espacio en los buques.
Además, los tiempos de envío del aromático se prolongan por el desvío de las navieras para evitar pasar por el Canal de Suez por los ataques de los rebeldes de Yemen. “En consecuencia, los envíos de café entre los países productores de café en Asia y los mercados de consumo en Europa se han vuelto más lentos y más caros”, indicó la OIC.
Vaivén de las exportaciones desde Centroamérica
La OIC reporta que las exportaciones de México y Centroamérica aumentaron un 5.2 %, después de un período negativo. Costa Rica y México fueron los principales impulsores, con aumentos de 405.2 % y 15.5 %, respectivamente.
Por su parte, Honduras y Nicaragua fueron las “dos principales fuentes de influencia negativa”, con exportaciones que bajaron 57.3 % y 26.3 %, respectivamente, en comparación con noviembre de 2023.
La reducción en Honduras se debe al inicio lento del año cafetero, con una caída del 50.1 % en las exportaciones en los primeros dos meses del ciclo 2024-2025, tras alcanzar 0.046 millones de sacos. Este volumen fue el más bajo desde 2009.
Además, la OIC recuerda que Honduras acaba de terminar su “año de descanso”, con implicaciones en las existencias bajas, que podría derivar en una cautela en las ventas.