El futuro gobierno de José Raúl Mulino ha catalogado como “proyecto de Estado” la promesa electoral de la construcción de un ferrocarril de 400 kilómetros entre la capital panameña y la ciudad de David, en el oeste del país.
Mulino, quien asumirá el poder el 1 de julio próximo, ha revelado que el proyecto tendría un costo de $4,100 millones y cubriría una distancia de 391 kilómetros en dos horas y media. Una empresa china estaría interesada en ejecutarlo.
El proyecto se empezó a mencionar hace una década y el ministro para Asuntos del Canal de Panamá y Secretario de Metas designado, José Ramón Icaza, recordó que “en su momento se hizo un estudio, vamos a revisar a retomar ese estudio, a analizarlo, estudiarlo y con base en eso decidir cuáles serán los próximos pasos”.
Lo poco que se sabe sobre la construcción del ferrocarril de Panamá a David proviene de publicaciones en medios sobre los estudios de factibilidad realizados por China Railway Design Corporation, y entregados al Gobierno de Panamá en 2019. Pero no hay detalles sobre el alcance, características, visión e impacto esperado sobre la estructura económica, logística, urbana y ambiental del proyecto.
La propuesta conocida es es construir una línea de tren de pasajeros y carga de ocho vagones, con capacidad para unos 750 pasajeros, con 21 paradas. El tren alcanzaría hasta los 160 kilómetros por hora en el caso de los pasajeros y 80 kilómetros por hora en el caso del tren de carga.
Según el proyecto, 303.8 kilómetros del tren irían por la superficie, unos 55.1 kilómetros serían por túneles y 32.4 kilómetros a través de viaductos y puentes.
Mulino ha dicho que “este tren tiene un papel crucial en el desarrollo logístico y turístico del país” y ha prometido darle prioridad a su licitación.
La vía ferroviaria es visto además como un ambicioso proyecto que atraerá inversiones y generará desarrollo en la provincia de Chiriquí, una de las más alejadas del país y precisamente la región natal del futuro mandatario.