El Santo Hermano Pedro, gran promotor de la Navidad en Centroamérica

El Santo Hermano Pedro de San José Betancur, el misionero franciscano del siglo XVII que predicaba el Evangelio y hacía obras de bien en la Guatemala de la época, fue también el gran promotor y precursor de las costumbres navideñas en la región.

Fue el Hermano Pedro quien promovió los nacimientos o belenes, una tradición que Guatemala y el resto de Centroamérica conserva hasta nuestros días. 

Pedro de San José Betancur llegó a Guatemala aproximadamente en 1653 y es considerado el primer santo de Guatemala y de Centroamérica. Fue canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II.

La tradición de hacer nacimientos y posadas se atribuye frecuentemente al Santo Hermano Pedro, pero posiblemente ya existían en Guatemala antes de su llegada en pequeña medida, Sin embargo es indudable su mérito en haber promovido y expandido a toda la región esas tradiciones franciscanas.

Y es que fue precisamente San Francisco de Asís el iniciador de la tradición de hacer nacimientos o belenes vivos en la Navidad de 1223 en el Santuario de Greccio, cuando reprodujo la escena del nacimiento del Niño Jesús, con realismo. 

San Francisco de Asís colocó heno en un ángulo rocoso del convento, a ambos lados un buey y un asno vivientes, y a un recién nacido en el centro. Acudieron frailes, hombres y mujeres de todo el Valle de Rieti, portando cirios y antorchas, para “ver con los ojos del cuerpo todas las incomodidades sufridas por el Niño Jesús”.

Hay que recordar que el Santo Hermano Pedro -nacido en Tenerife, Islas Canarias- fue el fundador del primer hospital de convalecientes y de la primera escuela popular para niños y adultos 

Los Nacimientos 

Los nacimientos fueron popularizados por el Hermano Pedro, quien trasladó las tradiciones navideñas de las iglesias a los hogares, constituyéndose así en un evangelizador por medio de las tradiciones.

El Hermano Pedro, cuando comenzaba el Adviento, cogía su sombrero, ponía dentro una figurilla del Niño Jesús, lo adornaba con otros motivos navideños y circulaba de un lugar a otro llamando a la gente a celebrar la Navidad. Es el primer Belén portátil de la historia.

Según el historiador etnobotánico Miguel Torres, los nacimientos surgieron en el país con el uso de la imaginería doméstica, es decir, figuras pequeñas pero muy bien logradas.

Pedro de Betancourt vivía la Navidad de una manera intensísima. No sólo montaba el Nacimiento en su sombrero, sino que organizaba procesiones que partían del Hospital de Belén y recorrían toda la ciudad con el clero y el pueblo, y los niños vestidos de pastores. Les decía a sus hermanos: “Hermanos míos, por el amor del Niño Jesús, pierdan el juicio en llegando la Pascua”. Y él lo perdía, porque, según cuentan, saltaba y danzaba enajenado de alegría, cantando villancicos que él mismo improvisaba.

Además, su amor por la Sagrada Familia lo impulsó a fundar la Orden de los Hermanos de Belén, para el cuidado y auxilio de los pobres y necesitados, precisamente en el escudo de la orden aparecen tres estrellas, que simbolizan a Jesús, María y José.

El Santo Hermano Pedro, quien vivió 16 años en Guatemala, instituyó las Procesiones de Nochebuena y proclamaba con enorme entusiasmo muchas coplas de afecto al Niño Dios, y cantaba villancicos compuestos por él, acompañado de la pandereta de cuero que había elaborado “para alegrar la Navidad”.  

El Lic. Haroldo Rodas, en su publicación Las creaciones alrededor del Santo Hermano Pedro, en Tradiciones de Guatemala, sostiene que el uso en las procesiones y posadas de “Tortugas, chinchines y pitos de barro, todos de origen prehispánico”, se puede atribuir al Santo Hermano Pedro.

El hermano Pedro también acostumbraba organizar en Santiago de los Caballeros las tradicionales posadas. En el frontispicio del templo del convento de Belén, en Antigua Guatemala, hay un altorrelieve en el cual aparece el Hermano Pedro contemplando el nacimiento de Cristo.

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