El presidente estadounidense Joe Biden firmó el miércoles una orden ejecutiva que que limita las inversiones estadounidenses en industrias de tecnología avanzada en China en un esfuerzo por proteger la seguridad nacional en un momento de mayor tensión con Beijing.
Las nuevas reglas pondrían restricciones a las inversiones de las empresas de capital privado y capital de riesgo de estadounidenses, así como a las empresas conjuntas, en inteligencia artificial china, computación cuántica y semiconductores. Las reglas estarán sujetas a un período de comentarios públicos.
Durante mucho tiempo en el trabajo, las nuevas restricciones están destinadas a evitar que el conocimiento y el dinero estadounidenses fluyan a China y a reforzar la cantidad de tecnología de vanguardia disponible para el ejército chino. Los funcionarios que anunciaron el paso enfatizaron repetidamente que su objetivo era limitar el capital norteamericano para ayudar al ejército de China, no para dañar la economía de China.
“Esta es una acción de seguridad nacional, no económica. Reconocemos el importante papel que desempeñan los flujos de inversión transfronterizos en la vitalidad económica de los Estados Unidos, y esta orden ejecutiva [está] protegiendo estrechamente nuestros intereses de seguridad nacional”, dijo un funcionario en una llamada con periodistas el miércoles.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo el jueves que Estados Unidos “actúa flagrante acto de coerción económica y acoso científico y tecnológico” cuyo “propósito real” era “privar a China de su derecho al desarrollo”.
En una declaración separada, un portavoz del Ministerio de Comercio de China dijo que China está seriamente preocupada por los acontecimientos y se reserva el derecho de tomar medidas. La orden, dijo el portavoz, “se desvía seriamente de los principios de la economía de mercado y la competencia leal” e interrumpe las cadenas de suministro globales.
La regla propuesta está diseñada para dirigirse a las tecnologías más críticas para el avance militar.
La secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen discutió las reglas, que tienen como objetivo retrasar el avance tecnológico y militar de China, en reuniones con sus homólogos chinos a principios de julio. Yellen, junto con otros altos funcionarios de la administración, han descrito las reglas como de alcance limitado, con la intención de no dañar la economía de China, sino de proteger la seguridad nacional estadounidense.
Las normas también permitirían una mayor visibilidad del gobierno de las inversiones estadounidenses en China al exigir a las empresas que informen sobre su actividad.
China se ha quejado amargamente de las reglas, acusando a los Estados Unidos de intentar frenar su crecimiento económico.