China vuela sus horas bajas como “potencia económica” y vive una enorme crisis, definida como “debacle gigantesca”, provocada por la “contrarreforma” del presidente Xi Jinping que ha impactado el mercado inmobiliario y su sistema financiero.
Un artículo del Diario Las Américas, de Florida, Estados Unidos, plantea que la segunda economía más grande del mundo dejó de crecer y va en picada. El planteamiento se basa en las declaraciones del analista Luis Zúñiga, un exdiplomático.
De acuerdo a él, la apertura del sistema chino motivó el crecimiento de su economía y el aprovechamiento del “capitalismo salvaje”.
“Era un país con muchos recursos pero con muy poca productividad y muy atrasado tecnológicamente. Los inversionistas trajeron a China conocimiento, tecnología y capital, y eso facilitó que el Producto Interno Bruto (PIB) de China creciera”, les dijo.
“Las cifras de China no son confiables ni verificables porque, como todos los países comunistas, usan las estadísticas y las cifras, que no están verificadas por las entidades económicas mundiales, para la promoción política de su sistema”, advirtió.
El PIB de China es de $17.6 trillones mientras que el de Estados Unidos es de $27.3 trillones de dólares, algo no comparable.
En su análisis, Zúñiga sostiene que el crecimiento económico chino fue basado en tecnologías replicadas a inversionistas que fueron sometidos a entregar sus patentes de lo que producían en ese país y al espionaje a Estados Unidos y Alemania, entre otros.
“China ha hecho su desarrollo tecnológico en base a copias o a hackeos, pero no tiene una base de conocimiento universitario, académico, tecnológico, científico, que sustente el mantenimiento o el desarrollo de esa tecnología”, insistió.
La “contrarreforma” de Xi Jinping, a su llegada a la cúpula comunista en 2013, frenó el crecimiento económico y fue el inicio de la debacle, agregó.
Las regulaciones excesivas a las empresas, como parte del método comunista, bloquearon cualquier perspectiva positiva
“Xi Jinping llegó al extremo de prohibir que Jack Ma, uno de los empresarios privados más grandes de China y dueño de Alibaba, comercializara libremente las acciones y los bonos de Ant Group. Iba a ser la oferta pública de venta más grande en la historia del mundo financiero y Xi Jinping lo prohibió personalmente”, recordó Zúñiga.
La mala distribución de recursos y la creación de ciudades fantasmas son dos decisiones más que complicaron el camino chino.
“La mentalidad comunista tenía 2 ideas de desarrollo: una era la infraestructura y la otra la industria del hierro y el acero, y las dos ideas eran equivocadas”, agregó.
Las excesivas inversiones, las infraestructuras colapsadas y el desmoronamiento de las grandes empresas inmobiliarias complicaron aún más la situación económica, principalmente en los últimos 2 años.
“Esta crisis quedó en evidencia en 2021, con la declaración en bancarrota de Evergrande Real Estate Group, una de las mayores empresas inmobiliarias, con una deuda que ascendía a más de 300.000 millones de dólares”, dice la publicación. “China tiene el 25 % del componente de su PIB en bienes raíces, así que la debacle económica es gigantesca”, apuntala Zúñiga.
Esto impactó directamente el sistema bancario.
La bancarrota por todos lados
“Todos las hipotecas y todos esos préstamos no llegan ahora al banco porque están en bancarrota las empresas constructoras más grandes de China”, sostuvo el analista.
“Esto ha llevado al Banco Popular de China (BPC) a realizar una serie de inyecciones de dinero al sistema financiero del país y a anunciar este 20 de febrero una reducción en el tipo de interés para los préstamos a cinco años, que pasó de 4,2% a 3,95%, con la finalidad de aliviar la presión ante la crisis inmobiliaria”, agrega la publicación.
La idea de la creación de un nuevo orden mundial, marcado por el enfrentamiento directo con Estados Unidos y el acercamiento con Rusia, alejó a su economía de sus principales mercados en Occidente, lo que resultó ser una receta negativa para sus intereses.
¿La proyección que hace Zúñiga para China? Cubierta de nubarrones.
“Hay que ver cómo van a manejar esta crisis porque yo no les veo salidas. Se ha enemistado con su principal mercado, se han aliado con Putin, el peor aliado que podían conseguir. China es una amenaza para el orden mundial que existe en este momento, para la libertad y para los sistemas democráticos del mundo, por la influencia que están ganando y por la carrera armamentista que tiene montada”, concluyó.