La República Popular China ha intensificado sus tácticas de zona gris contra Taiwán durante los últimos cinco años, según un informe del Wall Street Journal que analiza datos satelitales, de movimiento de barcos y de seguimiento de vuelos chinos.
El informe del WSJ destacó por primera vez el aumento de la actividad aérea militar en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de Taiwán. Las incursiones de aeronaves chinas aumentaron de 972 en 2021 a 3.000 en 2024.
Si bien este tipo de incursiones habrían sido noticia hace unos años, el informe señala que ahora se han convertido en algo casi cotidiano. Las incursiones han aumentado en número, frecuencia y alcance, expandiéndose en todas las direcciones alrededor de Taiwán desde 2023, en lugar de concentrarse en el suroeste.
Más allá del espacio aéreo, Pekín ha desplegado barcos de la guardia costera, buques de guerra, buques de investigación y flotas pesqueras en aguas que rodean a Taiwán para complicar aún más su entorno de seguridad. El informe también destacó el uso de drones y docenas de globos aerostáticos de gran altitud, que el Ministerio de Defensa de Taiwán ha clasificado como tácticas de zona gris.
El informe señala que Pekín ha intensificado los ejercicios militares en momentos clave para presionar y advertir a Taipei de que “la capitulación sería mejor que el conflicto”. Por ejemplo, tras la visita de la expresidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi en 2022, China lanzó 446 incursiones en la ADIZ de Taiwán y simuló un bloqueo de la isla.
Según Bonny Lin, directora del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), China podría imponer una cuarentena en Taiwán en lugar de recurrir a la guerra o a un bloqueo total. Esta estrategia podría implicar restringir el tráfico aéreo y marítimo mientras se realizan importantes ejercicios militares, dijo Lin.
Además de Taiwán, el informe también describe las tácticas de zona gris de China en el Mar de China Meridional y el Himalaya. En el Mar de China Meridional, China ha transformado arrecifes en islas artificiales, militarizándolas gradualmente. En el Himalaya, Pekín ha construido asentamientos en aldeas a lo largo de fronteras en disputa con India y Bután.