Se calcula que el fenómeno climático conocido como “El Niño” se intensifique los meses y semanas venideros, lo que podría agravar el clima extremo y la crisis alimentaria mundial. Impulsado por temperaturas por encima de los promedios al este del océano Pacífico, la corriente de “El Niño” puede provocar efectos diversos en el clima mundial. Es posible que algunos países tengan lluvias e inundaciones por encima de lo normal, es posible que otros padezcan a causa de la sequía y la pérdida de cosechas.
Cary Fowler, enviado especial de Estados Unidos para Asuntos de Seguridad Alimentaria Mundial, dijo que el fenómeno “El Niño” ya se ha formado este año. Destacó los riesgos de la intensificación de ese fenómeno climático en las reservas alimenticias y explicó las medidas que Estados Unidos y sus asociados están tomando para aliviar esa carga.
“Uno en general puede ver reducciones en la producción de las principales cosechas: trigo, arroz, maíz”, dijo Fowler en una sesión informativa sobre “El Niño” y su influencia en la inseguridad alimentaria mundial (en inglés) en el Centro de Prensa Extranjera, en Washington.
“El Niño” puede afectar entre un cuarto y un tercio de los suelos de la tierra y perjudicar la pesca. Fowler agregó refiriéndose a una predicción de la Administración Nacional de Estados Unidos para Asuntos Oceánicos y Atmosféricos (NOAA), que los efectos de este “El Niño” alcanzarán su máximo a fines de 2023 y que durarán hasta principios del 2024.
La presión climática agregada ocurre en medio de una crisis alimentaria mundial por cuya causa más de 800 millones de personas en el mundo ya carecen de lo suficiente para comer. La brutal guerra de Rusia ha limitado las exportaciones agrícolas de Ucrania, uno de los principales abastecedores de alimentos para Oriente Próximo, África y otros lugares.