En una conferencia de prensa virtual, funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos delinearon estrategias y medidas para abordar la migración irregular hacia el país, así como advertencias sobre sanciones para quienes promuevan este fenómeno, incluyendo regímenes como Cuba y Nicaragua.
Emily Mendrala, asesora principal para Migración y Coordinación de la Frontera Suroeste, destacó la estrategia de la administración Biden que se enfoca en tres pilares fundamentales.
Mendrala enfatizó la importancia de promover vías legales y seguras para la migración, subrayando un aumento histórico en estas vías y esfuerzos conjuntos con socios internacionales, alineados con los valores estadounidenses.
La administración demócrata ha logrado un hito significativo al expandir las vías legales y seguras para la migración, incluyendo la reunificación familiar y la ampliación del programa de admisión de refugiados, señaló Mendrala.
Por su parte, Blas Nuñez-Neto, subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional, desmintió cambios en CBP One y la cancelación de citas, reafirmando su importancia para organizar la presentación segura y legal en la frontera.
“Les pedimos que no lo hagan, que usen las vías legales que hemos puesto, que tengan paciencia, pueden usarlas sin tener que recurrir al crimen organizado o los coyotes”, recalcó Nuñez, advirtiendo sobre las consecuencias para quienes intenten ingresar de manera ilegal.
La aplicación CBP One continúa siendo crucial, sirviendo como herramienta para programar citas en puertos de entrada a lo largo de la frontera suroeste de Estados Unidos, informaron las autoridades migratorias.
Además, se destacó el uso del parole humanitario para nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, con más de 357,000 ciudadanos beneficiados, así como la aplicación móvil CBP One, que ha favorecido a más de 459,000 personas.
Ante la negación de una política de fronteras abiertas, Nuñez-Neto recordó los más de 530,000 retornos, repatriaciones y expulsiones desde el cese de la emergencia restrictiva del Título 42.
Sobre un plan alternativo al proyecto de reforma frenado en el Senado, Nuñez-Neto instó a la oposición republicana a aprobar nuevos fondos para los controles migratorios, asegurando que se consideran planes de contingencia, pero descartando la liberación masiva de inmigrantes en el corto plazo.
El ICE, enfrentando un déficit presupuestario de 700 millones de dólares, buscará financiamiento de otras áreas del gobierno para cubrir sus gastos, advirtió Nuñez-Neto, subrayando la necesidad de que el Congreso cumpla su rol y papel en este proceso.
En resumen, la conferencia destacó los esfuerzos de Estados Unidos para controlar la migración irregular, enfatizando vías legales y seguras, advertencias a quienes buscan ingresar ilegalmente, y la importancia de la cooperación internacional en esta materia.