El gobierno de Estados Unidos designó oficialmente a la Mara Salvatrucha (MS-13), junto con el Tren de Aragua y seis cárteles de la droga mexicanos, como organizaciones terroristas. La medida, publicada en el Registro Federal este miércoles y que entrará en vigor mañana, busca reforzar el combate contra estos grupos delictivos.
Los cárteles mexicanos incluidos en la lista son el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, Cárteles Unidos, el Cártel del Noreste, el Cártel del Golfo y la Nueva Familia Michoacana.
Estas organizaciones son señaladas por su papel en el tráfico de drogas, asesinatos y otras actividades criminales que afectan la seguridad nacional de Estados Unidos,
El Tren de Aragua, una banda criminal venezolana fundada en 2014, ha sido vinculada a delitos como secuestros, tráfico de drogas, explotación ilegal de oro y trata de personas.
Por su parte, la Mara Salvatrucha, originada en Los Ángeles en la década de 1980 y con presencia en El Salvador, Guatemala y Honduras, ha sido acusada de violencia extrema y actividades ilícitas en la región.
La nueva clasificación permite al gobierno estadounidense ampliar las acciones contra estas organizaciones, incluyendo sanciones económicas y el uso de recursos de seguridad nacional.
México ha expresado su preocupación ante la medida, temiendo que pueda ser utilizada como justificación para una intervención estadounidense en su territorio.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha advertido que su gobierno podría ampliar la demanda contra fabricantes de armas en Estados Unidos, acusándolos de facilitar el acceso de los cárteles a armamento de alto poder.
Mientras tanto, Donald Trump ha intensificado su retórica contra los cárteles y el tráfico de fentanilo, una droga responsable de miles de muertes en el país.
El presidente ha amenazado con imponer aranceles del 25 % a las exportaciones mexicanas si el país no refuerza su lucha contra el narcotráfico.
En respuesta, México ha desplegado 10,000 militares en la frontera con Estados Unidos y ha redoblado las detenciones de narcotraficantes
. Sin embargo, expertos advierten que la designación de los cárteles como grupos terroristas podría generar consecuencias imprevistas, afectando a migrantes, organizaciones humanitarias y solicitantes de asilo.