EEUU señala a China de construir un ecosistema global de desinformación

Informe del Departamento de Estado dice que China sostiene una estructura global de incentivos que motiva a gobiernos extranjeros, élites, periodistas y a la sociedad civil a aceptar su narrativa y evitar que tales personas y entidades critiquen su conducta.

Estados Unidos señaló este jueves a la República Popular China (RPC) de invertir miles de millones de dólares para construir un ecosistema de información global en el que su propaganda, censura y desinformación ganen fuerza.

Un informe del Centro para la Participación Mundial, una entidad del Departamento de Estado norteamericano dice que  China  emplea una variedad de métodos engañosos y coercitivos a medida que intenta influir sobre el ambiente internacional de información.

“La manipulación de la información por parte de Pekín abarca el uso de propaganda, desinformación y censura. Estos esfuerzos de la RPC, quedándose desenfrenados, modificarán el panorama de la información global, lo que creará sesgos y brechas que podrían incluso llevar a las naciones a tomar decisiones que subordinan sus intereses económicos y de seguridad a los de Pekín”, señala el informe difundido este jueves.

El informe “Cómo la República Popular China busca modificar el ambiente global para la información” acusa a China de “gastar miles de millones de dólares por año para manipular la información extranjera”.

“Pekín usa información falsa o sesgada para promover visiones positivas de la RPC y del Partido Comunista Chino (PCCh). Al mismo tiempo, la RPC suprime información crítica que contradice su narrativa deseada acerca de asuntos como Taiwán, sus prácticas en el ramo de derechos humanos, el mar del Sur de China, su economía nacional y su participación en la economía internacional”, dice el reporte.

 

“Incentivos” a gobiernos, élites y periodistas

El informe además revela que China busca cultivar y sostener una estructura global de incentivos que motiva a gobiernos extranjeros, élites, periodistas y a la sociedad civil a aceptar la narrativa preferida por parte de la RPC y evitar que tales personas y entidades critiquen a la conducta de la RPC.

“La manera de abordar la manipulación de la información que implementa la RPC incluye hacer uso de la propaganda y la censura, promover el autoritarismo digital, explotar las sociedades internacionales y bilaterales, emparejar la cooptación y la presión, y ejercer el control de los medios de comunicación en el idioma chino”, dice el reporte.

Para ello, Pekín busca maximizar el alcance del contenido sesgado o falso que favorece a la RPC y ha adquirido intereses en medios de comunicación extranjeros a través de medios públicos y no públicos y ha patrocinado a personas influyentes en línea.

“Pekín también ha firmado acuerdos para compartir contenido con medios de comunicación locales, algunos de los cuales han sido restrictivos – lo que puede dar lugar a que cabeceras confiables legitimen contenido dudoso u oscurecido de la RPC”, indica el estudio.

Asimismo, Pekín ha trabajado para cooptar voces prominentes en el ambiente internacional de información, como élites políticas y periodistas. Además de enfocarse en productores de contenido, la RPC ha apuntado a plataformas para la diseminación global de información, por ejemplo, invirtiendo en servicios de televisión digital en África y redes de satélites.

China se ha aliado a dictaduras como las de Nicaragua, donde las élites son los mayores beneficiarios de la relación.

Restricciones en la libertad de expresión global.

El Centro para la Participación Mundial también señala que en asuntos que considera delicados, China ha utilizado la intimidación en línea y en el mundo real para silenciar la disidencia y motivar la autocensura.

“Dentro de países democráticos, Pekín ha tomado ventaja de las sociedades abiertas para iniciar acciones legales con el fin de suprimir voces críticas”, dice el infome.

En WeChat, una aplicación utilizada por muchas comunidades de habla china fuera de la RPC, Pekín ha ejercido la censura técnica y hostigado a productores particulares de contenido. Notablemente, los datos recopilados por compañías chinas que funcionan en el exterior han permitido a Pekín a afinar la censura global mediante el enfoque en personas y organizaciones específicas.

Además, el informe señala a China de promover el autoritarismo digital, que incluye el uso de infraestructura digital para reprimir la libertad de expresión, censurar noticias independientes, promover la desinformación y negar otros derechos humanos.

“Pekín también ha propagado tácticas de control de la información, con foco particular en África, Asia y América Latina”, dice el informe.

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