El impacto económico mundial de una invasión de la República Popular China a Taiwán sería similar al sufrido durante la pandemia de covid-19, según un informe publicado conjuntamente por el Consejo Empresarial EE.UU.-Taiwán y el grupo de expertos Project 2049 Institute.
El informe denominado ““Estados Unidos, Taiwán y semiconductores: una asociación crítica para la cadena de suministro” advierte que una invasión china en Taiwán tendría consecuencias devastadoras para la economía y el desarrollo militar de Estados Unidos debido a la dependencia de la nación de la isla en sus semiconductores avanzados.
El informe señala que cualquier interrupción en el acceso a la industria de semiconductores de Taiwán podría desencadenar efectos catastróficos y en cascada tanto para la economía estadounidense como para la seguridad nacional. Estos riesgos se han intensificado debido a la creciente agresión militar de China contra la isla y sus esfuerzos por distanciar a Estados Unidos y Taiwán.
“Todas las empresas estadounidenses entrevistadas para este informe indicaron que cualquier interrupción significativa en la capacidad de Taiwán para participar en la industria global de semiconductores tendría graves consecuencias negativas para su negocio. Las empresas de Taiwán expresaron su verdadera preocupación por las posibles interrupciones en la disponibilidad de energía o agua, pero su mayor preocupación fue la acción agresiva de China. Confiaban en que podían manejar casi cualquier interrupción, con el conflicto armado como la excepción”, señala el informe difundido esta semana.
El informe advierte que las interrupciones en la cadena de suministro de semiconductores podrían tener repercusiones graves para la seguridad nacional y la infraestructura crítica de Estados Unidos.
“Los posibles riesgos para la cadena de suministro de semiconductores son especialmente agudos en Taiwán, dadas su compleja situación política y los desafíos que le plantea China”, afirma el informe.
Además, el informe destaca que una interrupción en la capacidad de fabricación de semiconductores de Taiwán podría devastar la economía estadounidense y obstaculizar el desarrollo militar.
Precisamente esta semana, el Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken advirtió al presidente chino Xi Jingpin que un ataque a Taiwán traería consecuencias devastadoras a la economía global.
“Si hubiera una crisis en Taiwán, tienes alrededor del 50 por ciento del tráfico global de contenedores comerciales que atraviesa el Estrecho de Taiwán todos los días. Cincuenta por ciento. La mitad del comercio mundial, en efecto, pasa por allí todos los días. Tienes alrededor del 70 por ciento de los semiconductores de alta gama que se producen en Taiwán. Si cualquiera de esas cosas se desconectara como resultado de una crisis, podría tener consecuencias devastadoras para la economía global, por lo que los países de todo el mundo están mirando con creciente preocupación por las acciones que se están tomando que podrían interrumpir el status quo, que podrían producir algún tipo de conflicto o resultar en una crisis que tiene estas consecuencias. Así que eso es algo que también compartí”, dijo Blinken.
Impacto a la economía
Algunas proyecciones estiman que la pérdida de acceso a los chips fabricados en Taiwán podría causar una disminución del 5 al 10 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos. Según las cifras de 2022, eso equivaldría a una pérdida total de 1.2 a 2.4 billones de dólares.
Además, el informe señala que dicha pérdida también podría provocar un golpe a los mercados de valores igual o superior al de la pandemia de COVID-19. Durante esa crisis, el Dow Jones cayó un 37 por ciento y el S&P 500 sufrió una caída del 34 por ciento.
El informe sostiene que “Taiwán podría ser el eslabón más crítico en todo el ecosistema tecnológico” y advierte que una interrupción causada por una invasión china o un desastre natural tendría consecuencias catastróficas en las economías de todo el mundo.
“Un conflicto grave en el Estrecho de Taiwán podría afectar significativamente y de manera negativa no solo a Taiwán, sino también al resto del mundo, incluida China”, indica el informe.
“Amenaza militar”
En cuanto a la amenaza para la preparación militar de Estados Unidos, el informe señala que todos los semiconductores más avanzados del país, utilizados en sus aeronaves de alta tecnología, se producen en Taiwán o Corea del Sur.
Aunque el ejército de Estados Unidos realiza compras a largo plazo para adquirir todos los semiconductores que un sistema de armas necesitará durante su ciclo de vida, el informe señala que algunos sistemas militares aún requerirían acceso a tecnologías de vanguardia y se verían afectados por cualquier interrupción.
“El acceso a tecnologías de semiconductores de vanguardia es un factor clave para los armamentos necesarios para las capacidades defensivas y ofensivas del ejército de Estados Unidos”, afirma el informe.
El informe señala que el plan quinquenal más reciente del PCCh establece sus ambiciones de convertirse en líder mundial en tecnología de semiconductores para 2030, lo que podría dar al régimen más razones para conquistar la isla democrática y apoderarse de sus fábricas.
En ese sentido, el informe señala que las empresas taiwanesas informaron que su “mayor preocupación era una acción agresiva por parte de China”.
“Tenían confianza en que podrían manejar casi cualquier interrupción, excepto el conflicto armado”, afirma el informe.
“Mantener la alianza”
En caso de una invasión china, todo flujo de bienes y servicios hacia y desde Taiwán se detendría, se cerraría la capacidad de producción y la industria de semiconductores de Taiwán quedaría eventualmente bajo el control del Partido Comunista Chino, lo que plantea un problema, ya que cualquier esfuerzo que Estados Unidos realice para asegurar su cadena de suministro en Taiwán o aumentar los vínculos con el gobierno democrático de la isla será visto como una provocación por parte del PCCh, lo que podría resultar en más agresión y, paradójicamente, disminuir la resiliencia de la cadena de suministro a largo plazo.
Sin embargo, según el informe, Estados Unidos debe asegurarse de que su alianza informal con Taiwán se mantenga sólida y de que ambas economías fomenten asociaciones más estrechas para garantizar su defensa mutua contra las interrupciones, incluida la intromisión militar del PCCh.
“Casi cualquier acción tomada para que la cadena de suministro de semiconductores entre Estados Unidos y Taiwán sea más resiliente probablemente se percibirá como una amenaza para China”, advierte el informe. “Cómo reaccionará China ante esa supuesta amenaza es difícil de predecir.
“Taiwán seguirá siendo un socio fundamental en el futuro previsible y Estados Unidos debe hacer todo lo posible para garantizar que Taiwán siga siendo un aliado cercano”, afirma el informe.