El nuevo presidente de Taiwán asume el poder

Lai Ching-te recibió el sello oficial e inicia un periodo de cuatro años bajo la constante amenaza de China.

El nuevo presidente taiwanés, Lai Ching-te (izquierda), al recibir el sello de la nación de manos del presidente del Legislativo.

Lai Ching-te prestó juramento el lunes como el quinto presidente elegido popularmente de la República de China, nombre oficial de Taiwán.

Con Lai, de 64 años, y el vicepresidente Hsiao Bi-khim asumiendo el cargo, el Partido Progresista Democrático (DPP)  será el primer partido gobernante en gobernar por tercer mandato consecutivo de cuatro años desde que Taiwán celebró sus primeras elecciones presidenciales directas en 1996.

En su ceremonia de inauguración celebrada en la Oficina Presidencial, el gran sello de la nación fue entregado a Lai por el Presidente Legislativo Han Kuo-yu del Kuomintang (KMT), lo que simboliza la asunción del cargo por parte de Lai como jefe de estado.

“Juntos seguiremos caminando por el camino de la democracia y seguiremos comprometiéndose con el mundo para hacer que Taiwán sea más fuerte”, dijo Lai.

A la ceremonia de juramento también asistió la presidenta saliente Tsai Ing-wen.

Legislador de cuatro mandatos y alcalde de Tainan durante dos mandatos, Lai fue primer ministro de Taiwán de 2017 a 2019 bajo la administración de Tsai y más tarde se convirtió en vicepresidente de Tsai en 2020 cuando comenzó su segundo mandato.

Lai también es el primer vicepresidente en convertirse en presidente desde que los presidentes del país han sido elegidos popularmente.

Lai y Hsiao ganaron las elecciones el 13 de enero después de ganar alrededor del 40 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales de 2024, manteniendo al DPP en el poder durante otros cuatro años.

Los candidatos de la oposición KMT y el Partido Popular de Taiwán, que intentaron pero finalmente no lograron formar una candidatura presidencial unificada, dividieron el 60 por ciento restante.

La ceremonia contó con la presencia de una delegación de Estados Unidos y ocurrió entre fuertes medidas de seguridad dada la animadversión declarada por las autoridades de China, que le describen como un “instigador bélico” dentro del largo conflicto entre Pekín y el territorio.

Lai centró su discurso en la necesidad de preservar el status quo actual de la isla como una entidad completamente independiente de China.

La ceremonia contó con la presencia de una delegación estadounidense encabezada por el ex director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Brian Deese, y el ex subsecretario de Estado, Richard Armitage. Además asistieron el presidente de Paraguay, Santiago Peña, el primer ministro de Belice, John Briceño y el canciller guatemalteco, Carlos Ramiro Martinez entre otros.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán informó  que un total de 51 grupos que comprenden 508 dignatarios extranjeros asistieron a la ceremonia de inauguración y a las actividades relacionadas el 20 de mayo.

Entre ellos, 12 grupos son de países con los que Taiwán tiene relaciones diplomáticas. La Santa Sede, el único aliado diplomático de Taiwán en Europa, envió al arzobispo Charles John Brown, el nuncio apostólico a Filipinas, para asistir a la inauguración de Lai, como enviado especial del Papa Francisco.

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