China vive desde el viernes protestas sin precedentes en décadas en una muestra de desafío sin precedentes contra la estricta y cada vez más costosa política cero-Covid del país, llegando incluso a demandar la renuncia del presidente Xi Jingping.
Las protestas se extendieron en universidades, así como en las ciudades de Pekín, Shanghái, Chengdu y Wuhan, entre otras. Las protestas estallaron tras el incendio mortal en un bloque de apartamentos en Urumqi, la capital de la región occidental de Xinjiang, que mató a 10 personas e hirió a nueve el jueves, ya que surgieron videos que parecían sugerir que las medidas de cierre retrasaron a los bomberos. de llegar a las víctimas.
En las ciudades más grandes de China, desde el centro financiero de Shanghai hasta la capital, Pekín (Beijing), los residentes se reunieron para llorar a los muertos por el incendio de Xinjiang, hablar en contra del covid cero y pedir libertad y democracia. En decenas de campus universitarios, los estudiantes se manifestaron o colocaron carteles de protesta. En muchas partes del país, los residentes de los barrios cerrados derribaron las barreras y salieron a las calles, luego de las protestas masivas contra el cierre que barrieron Urumqi el viernes por la noche.
Tales escenas generalizadas de ira y desafío, algunas de las cuales se extendieron hasta las primeras horas de la mañana del lunes, son excepcionalmente raras en China, donde el gobernante Partido Comunista reprime sin piedad todas las expresiones de disidencia. Pero tres años después de la pandemia, muchas personas se han visto al borde del abismo por el uso incesante de bloqueos, pruebas de Covid y cuarentenas por parte del gobierno, así como por una censura cada vez más estricta y un ataque continuo a las libertades personales.
La ira condujo a notables actos de desafío en Shanghái, donde muchos de sus 25 millones de residentes tienen un profundo resentimiento hacia la política de cero covid del gobierno después de haber estado sujetos a un cierre de dos meses en la primavera.
Piden renuncia de Xi Jingping
La cadena estadounidense CNN mostró vídeos donde se escucha a personas gritando demandas para que el líder de China, Xi Jinping, y el Partido Comunista “renuncien”. La multitud también coreó: “¡No quiero la prueba de covid, quiero libertad!”. y “¡No quiero dictadura, quiero democracia!”
El domingo por la tarde, cientos de residentes de Shanghái regresaron al lugar para seguir protestando a pesar de la fuerte presencia policial y los bloqueos de carreteras.
Las protestas están en ebullición después de meses de frustración y miedo.
El plan cero-Covid de Xi implica bloqueos estrictos, vistos en otras partes del país como Shanghái a principios de este año. El cierre de Shanghái a inicios de año hizo que los residentes no pudieran acceder a alimentos, medicinas y atención médica. El reciente aumento de Covid-19 y el posible bloqueo de Beijing provocaron una corrida en algunos servicios de entrega de comestibles, informó la agencia Bloomberg a principios de esta semana.
Como William Hurst, profesor de desarrollo chino en la Universidad de Cambridge, escribió en Twitter: “Lo que sucedió en las últimas 24 horas es novedoso en el sentido de que los manifestantes han aparecido en las calles de varias ciudades con un conocimiento aparente de lo que está sucediendo en otras partes del país. país. Todos se están movilizando en torno a Covid, pero esto se refracta a través de lentes distintos”, ya sea trabajo, gobierno local, protestas estudiantiles, protestas rurales o disidencia política sistemática, como él lo expresó.
En algunos lugares, los manifestantes no solo piden el fin de los protocolos de covid-19, sino también la institución de la democracia y la libertad de prensa, algo casi inaudito en las últimas décadas.
Las protestas sutiles en línea son bastante comunes en las redes sociales chinas, pero algunas de ellas se han filtrado en la vida real, incluso en universidades como la Universidad de Tsinghua, donde los manifestantes levantaron hojas de papel en blanco en una protesta silenciosa, prácticamente sin censura.