Israel asegura haber tomado control casi total del norte de la Franja y centra sus acciones militares en el sur. Además, los bombardeos en el centro del enclave se han intensificado en los últimos días. Los ataques israelíes han matado a casi 21.000 personas en Gaza. La crisis humanitaria se agrava.
Israel intensificó sus ataques en el sur de la Franja de Gaza tras haber asegurado el control casi total en el norte, mientras promete una guerra de “meses” que logre su objetivo de destruir a Hamás, pese a que el enclave palestino vive una crisis humanitaria sin precedentes y registra casi 21.000 muertos.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel están a punto de completar el desmantelamiento de los batallones de Hamás en el norte de la Franja de Gaza. Hemos matado a muchos terroristas y comandantes de Hamás, algunos se rindieron a nuestras fuerzas y cientos fueron hechos prisioneros”, indicó en conferencia de prensa Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor de Israel.
El jefe militar aseguró que sus tropas se concentran “en el sur de la Franja, en Jan Yunis”, un bastión miliciano donde se cree que se esconden los líderes del grupo islamista Hamás.
“La guerra continuará durante muchos meses más y actuaremos de diversas maneras, de modo que el logro se mantenga en el tiempo. No existen soluciones mágicas ni atajos para el desmantelamiento fundamental de una organización terrorista, excepto la lucha persistente y decidida, y estamos muy, muy decididos”, subrayó.
Los combates cuerpo a cuerpo en la Franja de Gaza dejaron en las últimas horas otros tres soldados muertos, lo que eleva a 495 el número de soldados israelíes muertos desde que estalló la guerra, de los cuales 161 perdieron la vida en la incursión terrestre a la Franja, que se inició el 27 de octubre.
La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó el martes la intensificación de los bombardeos en el centro de Gaza desde el 24 de diciembre, en los que han muerto al menos 131 palestinos en más de medio centenar de ataques a tres campos de refugiados de la zona.
Solo dos de esos ataques, en el campo de Al Maghazi, mataron al menos a 86 personas al impactar en dos edificios residenciales, indicó en un comunicado el portavoz de la oficina Seif Magango, quien también denunció ofensivas contra las zonas de acogida de refugiados de Al Bureij y Al Nuseirat.
En total entre el 23 y el 26 de diciembre hubo al menos 858 muertos y 1.598 heridos, indicó hoy Naciones Unidas, que reanudó sus informes diarios sobre el conflicto tras cuatro días de pausa.