Corrupción, soborno, impunidad, deuda y extractivismo es parte de la receta que el gigante asiático ha impuesto con trampas en el territorio venezolano que contó con el apoyo en primera instancia del fallecido gobernante Hugo Chávez y hoy con el actual presidente Nicolas Maduro.
Los intereses comunes y el soborno es lo que impera con la presencia de China en Venezuela, donde se ha beneficiado la planilla mayor cercana a los altos mandos del gobierno chavista y el gobierno comunista de Xi Jinping.
Se estima que, con las relaciones diplomáticas entre ambos países, que datan desde 1974, no solo se desarrollarían intercambios comerciales importantes, sino que también desde China, Venezuela recibió 62 mil millones de dólares en préstamos y 6 mil millones de dólares en inversiones directa. Y en esta catastrófica decisión venezolana, se recogen 82 proyectos en los que participan directamente los chinos, donde el Estado venezolano les ha entregado áreas de la defensa nacional, territorial, ciencia y tecnología, educación universitaria.
Con el ascenso de Chávez a la presidencia de la República Bolivariana, fue que el poderío del país asiático se hizo sentir. A tal punto que Venezuela fue el niño mimado de China y las relaciones definidas como Asociación Estratégica Integral por el Desarrollo Conjunto.
“Las grandes construcciones”
Los chinos venderían la idea de grandes construcciones que suponía el desarrollo de infraestructuras en el país sudamericano, con la preventa del llamado Socialismo del siglo XXI impulsado por Chávez y que ha llevado a Venezuela al sometimiento de la mano del gigante asiático y a hundir al país en la pobreza, hoy, uno de los más pobres del continente americano.
A pesar que guarda las mayores reservas de petróleo del mundo, del cual hoy, se beneficia China desde el 2008 con 100 mil barriles de crudo diario para pagar la gran deuda que tiene Venezuela con ellos otorgado a través del fondo chino, los venezolanos están condenados a vivir bajo la mano extractivista sobre su territorio del gigante asiático.
Muchos proyectos y grandes historias sometieron a Venezuela a caer en la trampa de China, iniciando con el llamado proyecto “mi casa bien equipada”, una iniciativa industrial que produciría electrodomésticos (neveras, televisores, lavadoras y cocinas) a través del complejo industrial Haier, el cual prometió más de 5 mil empleos directos e indirectos, pero que nunca se llevó a cabo, a pesar que se construyó su centro de operaciones (un gran complejo), el cual se ubica en San Francisco de Yare, en el Estado de Miranda a 70 kilómetros de Caracas.
Paradójicamente inició operaciones en el 2012 y dejó de operar en el 2019, en el que solo se emplearon 237 personas y de haber producido solo 5 mil refrigeradoras. Y contó con una inversión de 237 millones de dólares, el dichoso sueño de Chávez de dotar a todos hogares de línea blanca hasta el 2021, y que nunca se desarrolló en plenitud.
El fracaso de la Misión Vivienda
En 2014, El Gobierno de Venezuela firmó una serie de acuerdos de cooperación con China para impulsar desarrollos habitacionales en la nación suramericana. Anunció que se invertirián alrededor de 2 mil millones de dólares del Fondo Chino Venezolano.
La llamada “Gran Misión Vivienda Venezuela”, otro de los proyectos emblemáticos vendidos por Chávez, llegó a tener al final un presupuesto de 67 mil millones de dólares, en el que solo se construyeron 13 mil viviendas. Mismo que quedó en el camino por la corrupción y malversación de fondos.
Sucedió lo mismo con el Plan Ferroviario de los valles del TUY (Proyecto chino), en el cual solo se construyeron apenas 41 kilómetros de 8 mil con los que se pretendía conectar a toda Venezuela. Una línea férrea que movilizaría a 120 mil pasajeros entre Caracas y Los Valles del Tuy, tras una inversión de 364,6 millones de dólares. Todas estos mega proyectos, solo han sido una mentira y una trampa para socavar la integridad y las riquezas minerales de Venezuela.
Otros de los proyectos anunciados e incumplidos por los chinos, están el Metro Guarenas-Guatire, inversión 7,800 millones de dólares. El Metrocables Mariches Petarea Antiman, con una inversión 554 mil 930 millones de dólares, done solo funciona Mariches construido en el 2006 hasta el 2012. La Autopista Berota Santa Lucía Kempis, inaugurada en el 2014 con solo 7 de los 28 kilómetros prometidos, con una estimación de inversión de inversión 500 millones de dólares. Y que se suponía estaría listo en el 2016.
“Estos países reciben el financiamiento, desarrollan su infraestructura, mejoran la calidad de esos servicios, pero quedan endeudados. Y al quedar endeudados tienen una relación de estrecha dependencia con ese otro polo que es el principal competidor de Estados Unidos en el campo económico y comercial”, comparte Víctor Álvarez, Economista venezolano y Premio Nacional de Ciencias.
La trampa de la deuda
Un estudio de Transparencia Internacional titulada “Negocios chinos que socavaron la democracia en Venezuela”, descubre cómo los préstamos y el intercambio comercial con China dese el año 1999 hasta el año 2021 ha heredado una deuda que impuso un modelo de financiación de préstamos de créditos por paga con petróleo.
“Por eso denominamos a este tipo de capitales, a este tipo de flujos que vino por deuda y por inversiones, como capitales corrosivos: este término se refiere a capitales que provienen de Estados mayormente autoritarios que ocurren en el marco de acuerdos opacos y que aprovechan los vacíos legales y las brechas de gobernanza de los países receptores”, afirma Cristi Rangel, coordinadora regional de transparencia en Venezuela.
Las tasas de interés que ofreció China a Venezuela en primera instancia se mostraron bastante competitivas para Venezuela respecto a las bancas multilaterales, sin embargo, los asiáticos aumentaron las tasas de interés, y de ahí, el pago de estos créditos se volvió demasiado costoso e impagables para el país sudamericano, lo cual se estima que al 2019 la deuda se encontraba en 19 mil millones de dólares. Pero no se sabe a cuánto asciende a hora.
Es importante tener en cuenta que China políticamente, ha sido un apoyo para el régimen y apoyo financiero de Maduro en la actualidad. Y en esa mampara encubierta, el gobierno de Maduro, ha reportado que 500 acuerdos entre Venezuela y China. Y de ellos, el gobierno declaró que habían establecido 790 proyectos, sin embargo, 300 proyectos nunca arrancaron.