El derechista Partido Popular (PP) ganó las elecciones generales de España este domingo pero no podrá gobernar debido a que no le alcanzan los votos para hacer gobierno junto a su potencial aliado de ultraderecha, Vox, lo que podría permitirle al actual presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español, continuar en el cargo.
Alberto Núñez Feijóo, el candidato del PP, ha reclamado el gobierno, pero no suma los escaños suficientes para gobernar. El PP obtuvo 136 escaños en el parlamento, 47 adicionales a hace cuatro años y además, casi 1,9 millones de votos a los pocos más de 5 millones de 2019.
El partido Vox se convirtió en la tercera fuerza del parlamento, pero retrocedió de 52 a 33 escaños y perdió unos 700 mil votos. Ambos partidos suman 169 diputados en el Congreso, lejos de los 176 necesarios para la investidura.
Por su parte, Pedro Sánchez y el PSOE obtuvieron 122 escaños y cerca de 900.000 votantes más. A ellos se añaden los 31 escaños del partido de extrema izquierda Sumar. Pero para lograr los 176 escaños, PSOE y Sumar necesitarían un total de 23 diputados más y sus aliados tradicionales en el Parlamento –ERC, Bildu, PNV y BNG– suman 19. Con lo que la investidura de Pedro Sánchez acabará dependiendo de lo que haga Junts, el partido de Carles Puigdemont, que tendría que votar a favor o abstenerse para que el líder socialista saliera elegido.
Es posible que Sánchez logre esos votos, pero también es posible que pueda producirse un bloqueo en el Parlamento que, de momento, permitirá seguir a Pedro Sánchez en Moncloa y podría acabar desembocando en unas nuevas elecciones, como ocurrió en 2016, cuando resultó imposible formar gobierno tras los comicios de 2015.