El gobierno mexicano llegó a un acuerdo con Estados Unidos para deportar a los migrantes de sus ciudades fronterizas a sus países de origen y tomar varias medidas para disuadir a los migrantes como parte de un nuevo esfuerzo para combatir el reciente aumento de los cruces fronterizos, según reveló este domingo la cadena CNN.
Funcionarios mexicanos se reunieron con funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos el viernes en Ciudad Juárez, México, al otro lado de la frontera desde El Paso, Texas, después del reciente aumento de cruces ilegales hacia los EE. UU. que cerraron temporalmente un puente internacional y detuvieron el principal sistema de trenes de carga de México.
Como parte del acuerdo, México acordó “despresurizar” sus ciudades del norte, que bordean El Paso, San Diego y Eagle Pass, Texas, donde el alcalde ha declarado el estado de emergencia. También implementarán más de una docena de acciones para evitar que los migrantes arriesguen sus vidas mediante el uso del sistema ferroviario para llegar a la frontera entre EE. UU. y México, según el Instituto Nacional de Migración de México.
Los cruces de migrantes a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México están aumentando, superando los 8.600 en un período de 24 horas esta semana, según un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional. Eso es más de alrededor de 3.500 arrestos fronterizos diarios después de la expiración del Título 42 en mayo, lo que desencadenó nuevas consecuencias para aquellos que cruzan la frontera ilegalmente. Hubo más de 8.000 aprehensiones el lunes.
Los sectores más concurridos son Del Río, El Paso, Lower Rio Grande Valley y Tucson; cada uno se enfrenta a más de 1000 encuentros en las últimas 24 horas, según el funcionario. Eagle Pass se encuentra en el sector de Del Río.
Alrededor de 6.500 migrantes están bajo custodia solo en El Paso, que “solo tiene tantos recursos”, dijo el alcalde Oscar Leeser en la conferencia de prensa del sábado.
“Hemos llegado a lo que vemos (como) un punto de ruptura en este momento”, dijo el alcalde.
La jefa de la diplomacia mexicana señaló que su país está lidiando con sus propios desafíos debido al reciente aumento: México está recibiendo alrededor de 6.000 migrantes diariamente en su propia frontera sur, la mitad de los cuales son de países centroamericanos, dijo la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, en una conferencia de prensa en la ONU el viernes.
En un día de la semana pasada, alrededor de 11 000 migrantes llegaron a la frontera mexicana con los EE. UU., dijo Bárcena, anunciando que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador quiere reunirse con el presidente de los EE. UU. Joe Biden en Washington en noviembre para discutir la migración, junto con el tráfico de drogas y armas de fuego.
A la reunión del viernes asistieron el comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza Troy Miller, el comisionado del Instituto Nacional de Migración de México, el gobernador del estado mexicano de Chihuahua, miembros de la defensa nacional y la guardia nacional de México y representantes de Ferromex, un operador ferroviario mexicano, según el instituto.
Los funcionarios mexicanos se comprometieron a llevar a cabo una serie de 15 acciones como parte del acuerdo, algunas en coordinación con Aduanas y Protección Fronteriza y Ferromex, que incluye la deportación de migrantes a sus países de origen por tierra y aire.
México llevará a cabo negociaciones con los gobiernos de Venezuela, Brasil, Nicaragua, Colombia y Cuba para confirmar la recepción de sus ciudadanos deportados de la frontera entre Estados Unidos y México. También permitirá a los agentes de la patrulla fronteriza de EE. UU. expulsar a los migrantes a través del puente internacional de Ciudad Juárez, que conecta con El Paso.
Otros términos del acuerdo incluyen la presentación de un informe diario del número de migrantes en el sistema de trenes al sector de El Paso de Aduanas y Protección Fronteriza, el establecimiento de puestos de control a lo largo de la ruta ferroviaria Ferromex y la realización de intervenciones en ferrocarriles y autopistas, según el Instituto Nacional de Migración de México.