México extraditó el viernes a uno de los hijos del capo de la droga, Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ovidio Guzmán López, acusado por tráfico de drogas en una corte federal en Chicago.
“Hoy, como resultado de la cooperación policial de Estados Unidos y México, Ovidio Guzmán López, un líder del Cártel de Sinaloa, fue extraditado a los Estados Unidos. Esta acción es el paso más reciente en el esfuerzo del Departamento de Justicia por atacar todos los aspectos de las operaciones del cártel”, dijo el Fiscal General de Estados Unidos, Merrick B. Garland, al anunciar la extradición.
Garland señaló que “la lucha contra los cárteles ha implicado un coraje increíble por parte de las fuerzas del orden de los Estados Unidos y de los miembros de las fuerzas del orden y del servicio militar de México, muchos de los cuales han dado sus vidas en la búsqueda de la justicia. Les estoy agradecido a ellos y a los fiscales del Departamento por su trabajo y su sacrificio”.
El fiscal agradeció a México por esta extradición.
Ovidio Guzmán habá sido detenido el 5 de enero en la ciudad de Sinaloa de Culiacán, sede del cartel que dirigió su padre. La violencia estalló en la ciudad después de su arresto, con presuntos miembros del cártel secuestrando a residentes e incendiando vehículos.
Después de un arresto anterior en 2019, las autoridades mexicanas liberaron a Guzmán después de una batalla de armas conocida como la “Batalla de Culiacán”.
La fiscalía estadounidense acusa a los hermanos Guzmán de transportar y fabricar toneladas de drogas, incluyendo cocaína, heroína y metanfetaminas. Cuando se anunciaron sus acusaciones, el Fiscal Garland llamó a la organización la “operación de tráfico de fentanilo más grande, violenta y prolífica del mundo”.
Su padre, el ex jefe del Cártel de Sinaloa, fue condenado en 2019 y está cumpliendo una sentencia de cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado.