El presidente de Perú, Pedro Castillo, anunció el miércoles su decisión de disolver el congreso y gobernar por decreto, horas antes de que el Poder Legislativo discutiera su destitución por graves acusaciones de corrupción.
“Convocar en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses”, dijo Castillo
El mandatario tomó la decisión horas antes de un debate de juicio político en su contra. Castillo es objeto de cinco investigaciones de la fiscalía peruano por actos de corrupción.
“A partir de la fecha hasta que se instaure el nuevo Congreso de la República se gobernará mediante decretos ley, se decreta el toque de queda a nivel nacional a partir de hoy”, agregó el presidente peruano.
Castillo dijo que comunicará a la OEA la decisión tomada. Según dijo se “respetará escrupulosamente el modelo económico”.
La vicepresidenta Dina Boluarte se pronunció contra Castillo y afirmó que la decisión “agrava la crisis política e institucional” que vive el Perú.
Renuncias
Los ministros de Relaciones Exteriores, Economía y Trabajo renunciaron tras el anuncio de Castillo.
“En estricto apego a mis convicciones y valores democráticos y constitucionales, he decidido renunciar irrevocablemente al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, ante la decisión del Pesidente Castillo de cerrar el Congreso de la República, violando la Constitución”, escribió el canciller peruano César Landa al renunciar.
“Condeno enérgicamente este autogolpe de Estado e invoco a la comunidad internacional a ayudar al re-encausamiento democrático en Perú. Castillo tomó esta decisión sin mi conocimiento ni apoyo”, agregó Landa en Twitter.
El comandante general del Ejército, Walter Horacio Córdova Alemán, también habría renunciado y solicitó su pase a retiro, según revelan medios peruanos.
El Congreso peruano convocó a una sesión extraordinaria mientas que en sus alrededores se concentran simpatizantes del mandatario.
“Estamos frente a un golpe de Estado, legalmente el Congreso tiene que continuar y sesionar como se tenía previsto”, dijo Martha Moyano Delgado, primera vicepresidenta del Congreso.
La decisión de Castillo emula el llamado “Fujimorazo”, un golpe institucional del entonces presidente peruano, Alberto Fujimori, en abril de 1992 y que disolvió el Congreso e intervino el poder judicial y otras instituciones claves de gobierno.