El presidente taiwanés Lai Ching-te reiteró el miércoles que la República de China (ROC), Taiwán y la República Popular China (RPC) no están subordinadas entre sí, y que solo la fuerza y las capacidades militares pueden prevenir la guerra y traer la paz.
Cuando se le preguntó sobre la aprobación del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre la aprobación de una posible venta de drones y misiles a Taiwán, Lai dijo que “anexionar Taiwán es la política nacional de la República Popular China, y además de usar la fuerza, en los últimos años ha estado utilizando medidas coercitivas no tradicionales para obligar a Taiwán a someterse”.
“Taiwán no se rendirá. El pueblo de Taiwán seguramente defenderá la soberanía nacional y protegerá su forma de vida libre, democrática y constitucional”, dijo.
En una conferencia de prensa que conmemoró un mes desde su toma de posesión en la Oficina Presidencial en Taipei, Lai anunció oficialmente el establecimiento de tres comités para abordar los principales desafíos globales: el cambio climático, la resiliencia social y la promoción de la salud.
Con Taiwán en una posición estratégica en una de las rutas marítimas más concurridas del mundo, de pie en la primera línea del mundo democrático y desempeñando un papel crucial en las cadenas de suministro de tecnología avanzada, los comités tienen como objetivo consolidar las fuerzas del gobierno y de la sociedad civil, así como cooperar con otros países, para proporcionar soluciones efectivas para Taiwán y el mundo, dijo Lai.
Nación soberana
Se le preguntó a Lai sobre el comentario del expresidente Ma Ying-jeou de que estaba “provocando una guerra” con China diciendo que “la República de China y la República Popular China no están subordinadas entre sí”, y negándose a aceptar la teoría de Ma de que “la primera batalla será la última batalla”.
“La República de China y la República Popular China no están subordinadas entre sí, es un consenso de la sociedad” en Taiwán, dijo Lai.
“El deber del presidente es proteger la soberanía de la nación, mantener el sistema constitucional libre y democrático, y beneficiar al pueblo, y no hay excepción para ningún presidente”, agregó.
El mandatario taiwanés sostuvo que la gente en Taiwán ama la paz y es amable con los demás, pero advirtió que “la paz debe depender de la fuerza, lo que significa evitar la guerra preparándose para la guerra”
“Las promesas vacías no son verdadera paz. La paz lograda a través de la fuerza es una verdadera paz que se puede garantizar”, subrayó.
Lai agradeció a los líderes del G7 por reafirmar en un comunicado emitido hace unos días que “mantener la paz y la estabilidad a través del Estrecho de Taiwán es indispensable para la seguridad y la prosperidad internacionales”, y pedir a China que renuncie a sus medidas coercitivas para cambiar unilateralmente el “status quo”.
También agradeció al gobierno de los Estados Unidos y al Congreso de los Estados Unidos por sus esfuerzos para apoyar a Taiwán y mantener la estabilidad regional y al otro lado del Estrecho a través de la venta de armas y la legislación.
“Continuaremos fortaleciendo las capacidades de defensa de Taiwán, no se limita a la compra de armas, sino también mejorando la autosuficiencia de defensa”, dijo.