Una toma militar de Taiwán por parte de China sería “desastrosa para los Estados Unidos”, al tiempo que proporcionaría a Beijing un mayor poder militar, control de las estelas principales, confianza en ocupar nuevos territorios y acceso a la tecnología clave de Taiwán, según un informe estadounidense no clasificado de la Oficina de Inteligencia Naval (ONI).
La edición más reciente de la revista Air & Space Forces citó extractos de un informe que había sido publicado en junio bajo la firma del comandante de la ONI, el contraalmirante Mike Studeman. El informe dijo que Estados Unidos y China están entrelazados en una “lucha internacional entre visiones en competencia”, con China “ejecutando una gran estrategia” y Washington no está responsabilizando a Beijing por sus acciones.
El informe afirmaba que los aviones militares y buques de guerra chinos están acosando cada vez más a los militares de Taiwán, Vietnam, Japón y los Estados Unidos y haciendo incursiones ilegales en el mar y el espacio aéreo de otros países. Señaló que Beijing ha incumplido las promesas hechas en virtud de la Declaración Conjunta Sino-Británica para Hong Kong y habla abiertamente de sus planes para “asimilar a Taiwán por cualquier medio necesario”.
El informe predijo que si China se anexionaba con éxito Taiwán, la influencia y credibilidad de los Estados Unidos en la región disminuirían significativamente. Los Estados Unidos también perderían uno de los 10 principales socios comerciales en Taiwán, la disuasión se socavaría aún más, y sería aún más difícil para los Estados Unidos “evitar una mayor erosión de las normas internacionales (y el) orden basado en reglas”.
Se percibiría que Estados Unidos estaba en declive y la última democracia de habla china en Asia habría caído.
“La supervivencia de la democracia de Taiwán es un problema geoestratégico crítico que tiene consecuencias a largo plazo para China, los Estados Unidos y la comunidad internacional en general”, decía el informe.
El informe agregó que Beijing parece estar tratando de sentar las bases para una anexión exitosa de Taiwán que coincida con el inicio del cuarto mandato del presidente chino Xi Jinping en 2027.
Los pasos que China parece estar tomando incluyen aislar a Taiwán, establecer “condiciones militares ventajosas” y aumentar la presión política, militar y económica sobre Taiwán y sus naciones asociadas.