La mayoría de los políticos – incluso los que participan en las elecciones internas y los que hacen de “selectores” y se consideran “imprescindibles” – no valoran la singularidad de las elecciones de noviembre próximo. La mayoría de los diputados y alcaldes, solo ven la punta de su nariz. Ignoran que el país se está jugando su futuro; y que los partidos, así como los empresarios, pueden estar participando en el último ejercicio de libertad y democracia. Usan los mismos dados, hacen las mismas apuestas; y estiman que los resultados, de alguna manera, siempre les darán otra oportunidad. No saben que, si pierden, no la tendrán.
Dos hechos relevantes: finalizadas las internas Mel convocó a un Consejo de Ministros en “Los Horcones”. Según supimos para prolongar el “estado de sitio”, hacer el análisis de los resultados de las internas; y valorar el conflicto entre el CNE y las FFAA por el malicioso retraso de los materiales electorales.
La presencia de Roswell Hernández, no pudo ser justificada. En Los Horcones hace 50 años, 14 personas fueron torturadas y asesinadas y sus cadáveres fueron sepultados en un poso de malacate en el patio central de la hacienda de Manuel Zelaya Ordoñez. Melón fue encarcelado.
Para algunos fue un error. No lo creemos. Es un mensaje para los opositores e indicación del grado de crispación y miedo de Mel y sus aliados ante la decisión más grave: si no controlan la vía electoral, usaran la violencia y eliminaran a los que se les opongan. Y el hecho que no hayan asistido – ni los aliados ni tampoco el grupo de empresarios “árabes” anti turcos que respaldan suicidamente a Mel – tiene una indicación que la ruta de la alteración legal, la manipulación mediática y el uso de la violencia, están decididas. Y que Honduras posiblemente no tiene alternativa de evitar seguir el curso de Nicaragua, sin inquietar a los estadounidenses; pero si aprovechando las experiencias cubanas.
Por ello, con el apoyo fiel de Renato Álvarez y Televicentro, Rixi lanzo al aire la moneda de Cuba y la apología de Fidel Castro. ¿Tiene sentido?
El “lenguaje” de Ochoa, descalificando a la oposición, con la palabra “bipartidismo” en despectivo, y reclamando porque el CNE está bajo control de sus “enemigos”, ilustra lo que sabemos: que Mel solo ira a elecciones con “burro amarrado”. Con las urnas llenas, las actas firmadas y los números claros de su “éxito” electoral. Es decir que está jugando con dados cargados, regando dinero en cantidades industriales; y contando con la complicidad del Congreso Nacional, la Fiscalía General, la Corte Suprema y las FFAA para que, al final cuando imponga su voluntad, nadie se le rebele, porque está dispuesto a convertirnos a todos en cadáveres para el Museo de la Memoria que dirige Jorgito Amaya.
Mel tiene clara su apuesta. Los que no saben lo que se juegan son Nasralla, Asfura, Cálix, Lara, Juan Diego, Sambrano, Jorge Zelaya, Maribel Espinoza, Umaña, Flores, Nasser, Atala y otros.
Mel es un caudillo totalitario. Nunca ha ganado elecciones, según confesó. Las de 2005 tuvieron un 10% de falsedad. Las de 2021 alteradas para inflar la imagen de Xiomara, en complicidad con nacionalistas y liberales. Y el PRL es tan falso que incluso el apodo de “Libre”, es mentira. Allí no hay libertad. Los reclamos de sus correligionarios, ilustran la ingenuidad de creer que Mel es un demócrata. Y la acción de desprestigiar al CNE – que no se haría siquiera en un partido de futbol de barrio – indica que en noviembre si los resultados le son adversos, se levantaran en armas; y darán un golpe de estado, para instalar una Constituyente y hacer una Constitución siguiendo el modelo de Ortega en Nicaragua.
Por timidez los demócratas no saben cómo reaccionar frente a Mel y sus provocaciones. Se preguntan desolados: “si no vamos a elecciones, Mel impondrá sus caprichos”. Y es cierto. Porque mientras tenga intactas sus alianzas con Flores y el grupo empresarial “turco” anti Nasralla y Asfura, la cuestión es qué sentido tienen las alecciones si al final, Mel impondrá su voluntad.
No está todo perdido. La calle está libre. Mel ha perdido su control. Rixi está desesperada. Se puede neutralizar al Grupo Anti “Turco” (GAT); y cerrar la vía económica para ahogar al PRL. Lo más importante: quitarle las FFAA, con la destitución de Hernández. Y forjar una alianza democrática entre liberales y nacionalistas. ¡Todavía hay tiempo para la democracia¡