A siete años del inicio de la rebelión en Nicaragua, monseñor Báez recuerda su mensaje a la dictadura

Desde el exilio, monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, remembró un mensaje que difundió aquel fatídico 18 de abril de 2018, dirigido a los dictadores.

Desde las protestas de 2018, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha obligado al exilio a cientos de miles de nicaragüenses.

Al cumplirse 7  años del inicio de la insurrección cívica más significativa contra el régimen de Daniel Ortega y de un capítulo represivo indescriptible, el obispo auxiliar de Managua en el exilio, monseñor Silvio Báez, recordó a través de su cuenta en X (antes Twitter) el llamado que realizó el 18 de abril de 2018, cuando el país comenzaba a vivir uno de los episodios más sangrientos de su historia reciente.

“Hace siete años, el 18 de abril de 2018, publiqué este tuit a las 7:47 p.m. Aunque a partir de ese momento lamentablemente se impuso la violencia y la represión, ese mismo día Nicaragua inició el camino hacia la libertad, la justicia y la democracia”, escribió Báez, exiliado en Estados Unidos tras recibir amenazas por su papel como voz crítica del régimen.

En aquel mensaje, dirigido directamente a la pareja dictadora, Báez suplicaba sensatez: “Hago un llamado a Daniel Ortega y a su esposa para que detengan la violencia y la represión. ¡No pongan en peligro la paz del país! Sepan escuchar, dialoguen, tengan la madurez de rectificar tantos errores por el bien de Nicaragua. ¡Sean sensatos!”.

Una década marcada por la represión

El 18 de abril de 2018 marcó el inicio de una ola de protestas ciudadanas en contra de reformas al sistema de seguridad social. La respuesta del régimen fue inmediata: brutal represión policial y parapolicial, dejando más de 300 muertos, miles de heridos y decenas de miles de personas exiliadas, según organismos internacionales de derechos humanos.

Desde entonces, el gobierno de Ortega ha ejecutado una sistemática campaña de criminalización contra la disidencia, clausura de medios de comunicación, eliminación de partidos opositores, cancelación de más de 3,000 organizaciones de la sociedad civil, y la consolidación de un sistema de control total sobre el Poder Judicial, el Legislativo y el Consejo Supremo Electoral.

 

Entre los ataques más graves a la democracia y a la institucionalidad destacan:

La Iglesia como voz profética

La Iglesia Católica en Nicaragua ha jugado un papel crucial como mediadora y voz crítica desde el inicio de la crisis. Sin embargo, esta labor le ha costado el asedio constante del régimen. Varios sacerdotes han sido detenidos y expulsados, entre ellos monseñor Rolando Álvarez, quien fue encarcelado, condenado sin un justo proceso bajo cuestionables cargos y luego desterrado.

En su mensaje de este 18 de abril, Báez no solo recordó su tuit original, sino que reafirmó su esperanza en un futuro de libertad:

“Ese mismo día Nicaragua inició el camino hacia la libertad, la justicia y la democracia.”

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