La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), organización comercial global que representa a más de 290 aerolíneas y abarca más del 80% del tráfico aéreo mundial, ha anunciado su retirada definitiva de Nicaragua.
Esta decisión se produce tras la anulación de su personería jurídica por parte del Ministerio del Interior (Migob), lo que previamente había llevado a la suspensión temporal de su sistema de remesas y liquidaciones conocido como BSP (Billing and Settlement Plan).
Una fuente del sector de agencias de viajes, que se verán directamente afectadas por la partida de IATA, confirmó a DESPACHO 505 que recibió una llamada de la organización informando sobre su retiro del país y aclarando que “no garantizan comisiones ni pagos”. Según esta fuente, también se les indicó que recibirán un comunicado formal sobre la salida de IATA de Nicaragua.
Repercusión en las agencias de viajes
La salida de IATA tendrá un impacto considerable en la venta de boletos aéreos por parte de las agencias de viajes afiliadas a este sistema. Estas agencias disfrutaban de mayores beneficios a través del Plan de Facturación y Liquidación (BSP), que facilitaba el proceso de emisión de boletos al proporcionar una plataforma estándar para pagos y liquidaciones entre agentes y aerolíneas. Con la retirada de IATA, las agencias deberán negociar directamente con las aerolíneas o recurrir a otras agencias internacionales afiliadas a IATA, lo que reducirá notablemente sus márgenes de ganancia.
Un agente de viajes que operaba bajo el sistema de IATA explicó a DESPACHO 505: “El negocio no está parado, hay maneras de vender boletos, pero tengo una afectación porque estamos pagando 35, 10 o 20 dólares de emisión cuando no pagábamos ni un peso, aparte de eso perdés la venta del país porque no te reconocen ni el 1% y es más complicada la operación”.
Efecto en cadena
El retiro de IATA se produce después de que el Ministerio del Interior le cancelara la personería jurídica el 19 de agosto pasado, mediante el Acuerdo Ministerial número 38, lo que provocó que las cuentas bancarias de la organización en Nicaragua fueran congeladas por el banco compensador, Banco Lafise.
La salida definitiva de IATA, similar a lo ocurrido anteriormente en Venezuela, ha generado alarma entre las agencias de viajes afiliadas en Nicaragua, que son aproximadamente 20, así como entre otras compañías más pequeñas que no tenían capacidad para ser miembros, pero mantenían alianzas para la gestión de pasajes internacionales.
Consecuencias para las aerolíneas
La situación también ha desencadenado un efecto dominó en las aerolíneas que operan en Nicaragua. Avianca, casi al mismo tiempo, notificó a las agencias de viajes que retiraría sus inventarios de vuelos, argumentando que con la inhabilitación del sistema de facturación de IATA, “ellos no se van a arriesgar a perder”, según explicó una fuente del sector.
Posteriormente, el 22 de agosto, Aeroméxico también implementó ajustes en la venta de boletos debido a la ilegalización, temporal o definitiva, del BSP de IATA en Nicaragua. La aerolínea estableció que “hasta nuevo aviso, toda venta de Aeroméxico (AM 139) deberá realizarse únicamente con tarjeta de crédito”, indicó otra fuente.
Además, Copa Airlines informó sobre el cierre de su punto de venta para la emisión de boletos en Nicaragua, indicando que las agencias de viaje solo podrán adquirir pasajes aéreos a través de su portal web.
La salida de IATA marca un nuevo desafío para el sector aéreo y turístico en Nicaragua, en un contexto de creciente aislamiento internacional y restricciones económicas impuestas por el gobierno de Daniel Ortega.