Bernardo Arévalo renuncia a su partido Movimiento Semilla como parte del proceso presidencial

En una carta fechada el 29 de noviembre y dirigida al Tribunal Supremo Electoral, el presidente electo anuncia su renuncia irrevocable como secretario general y afiliado.

Karin Herrera y Bernardo Arévalo, binomio presidencial electo de Guatemala.

El presidente electo de Guatemala, el progresista Bernardo Arévalo, renunció como afiliado y secretario general del partido Movimiento Semilla, con el que ganó las presidenciales en segunda vuelta, como parte del proceso para poder llegar al Ejecutivo.

Su separación es irrevocable, de acuerdo a la solicitud presentada por el político de 65 años.

En una carta dirigida a Sergio Antonio Escobar Antillón, jefe del departamento de Organizaciones Políticas del Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Arévalo pide su separación.

“Solicito que con fundamento en lo preceptuado por el artículo 17 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, ordene a donde corresponda la exclusión de mi nombre en los registros de afiliación al partido político referido”, dice la solicitud del aún diputado del Congreso.

La carta fue enviada con fecha 29 de noviembre de 2023 y firmada de recibida ese mismo día.

En su lugar, como secretario general de Semilla, queda Abelardo Pinto.

Bernardo Arévalo ha pasado desde finales de junio, cuando avanzó a segunda vuelta, sorteando todo tipo de ataques judiciales de parte del Ministerio Público, que parece decidido a impedirle que asuma la presidencia.

Incluso ha pedido el retiro de la inmunidad para poder procesarlo judicialmente en un dudoso caso de falsificación de firmas para la inscripción de su partido.

El gobierno de Estados Unidos, la ONU, OEA y gremiales locales, además de miembros de la sociedad civil, le han externado al político su decidido apoyo.

Debe asumir la presidencia el 14 de enero próximo.

Arévalo ha denunciado que contra él hay un intento de golpe de estado promovido por una cúpula política corrupta y que la fiscal general, Consuelo Porras, considerada antidemocrática, es la punta de lanza de la arremetida.

Sin embargo, en más de una ocasión ha lanzado el mensaje de tranquilidad para los ciudadanos de que la democracia prevalecerá y que es cuestión de tiempo para que los “perversos” caigan.

Estados Unidos tiene un particular interés en que la transición presidencial se desarrolle con normalidad y ha enviado al menos 3 funcionarios de alto rango a conversar con el presidente electo y las autoridades salientes.

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