El político guatemalteco Carlos Pineda, cuya candidatura presidencial está suspendida por un amparo en contra de su partido Prosperidad Ciudadana, montó un mitin vestido de show en las afueras de la Corte de Constitucionalidad en Ciudad de Guatemala, donde presentó una apelación a la decisión que por ahora lo mantiene fuera de la contienda.
Antes de entrar al edificio, agarró un megáfono y entre aplausos de decenas de seguidores dijo “si lloro no es por cobarde, es porque mis sentimientos están con la población”.
Después dijo ser víctima de la persecución del Estado y sostuvo que Guatemala ya “vive en una dictadura”.
“No vamos a descansar hasta que tengamos un país libre”, añadió.
Además alegó que su candidatura está en pie, porque según él la decisión tomada por la sala de lo contencioso que recibió el amparo “es temporal”, por lo tanto el Tribunal Supremo Electoral no puede impedirle competir en las presidenciales del 25 de junio.
Llamó “decisión espuria” a la tomada por las magistradas que aceptaron el amparo en su contra y hasta se le salieron un par de palabras soeces pensando que el megáfono estaba apagado.
Horas antes de su acto estuvo en El Salvador, donde visitó el monumento a Roberto d’Aubuisson, el fundador del otrora poderoso partido ARENA y quien es acusado como el responsable del asesinato de monseñor Órcar Arnulfo Romero, ahora un santo de los católicos, en 1980.
Pineda encabeza las preferencias de votos, según encuestas recientes, seguido por Sandra Torres, de la UNE.