Ministros de seguridad y altas autoridades de siete países de Centroamérica y República Dominicana firmaron este miércoles en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) la Hoja de Ruta para Prevenir el Tráfico y la Proliferación Ilícita de Armas, Municiones y Explosivos, un nuevo mecanismo de cooperación regional para fortalecer la lucha contra uno de los principales factores de violencia en la región.
La iniciativa, coordinada por la OEA en conjunto con el Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (UNLIREC), cuenta con el apoyo técnico del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y el financiamiento de la Unión Europea.
Su objetivo es establecer estrategias conjuntas para enfrentar un fenómeno transnacional que alimenta el crimen organizado y el narcotráfico en la región.
Compromiso de los países para una estrategia de largo plazo
Las autoridades de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y República Dominicana acordaron una estrategia de diez años basada en cuatro pilares de acción.
Uno es el fortalecimiento normativo y coordinación regional para cerrar vacíos legales y mejorar la cooperación transfronteriza.
El segundo es el control del ciclo de vida de las armas, desde su fabricación y comercialización hasta su decomiso y destrucción.
Además incluyen la investigación y persecución penal del tráfico ilícito, con énfasis en mejorar la capacidad de las fuerzas de seguridad y los sistemas judiciales.
Y por último la prevención de la violencia con armas de fuego, a través de campañas de concienciación y programas en comunidades vulnerables.
Cada país deberá desarrollar un Plan de Acción Nacional (PAN) para traducir los compromisos regionales en medidas concretas.
La OEA, UNLIREC y el SICA brindarán asistencia técnica para la implementación del plan, que incluirá mecanismos innovadores como sistemas unificados de registro de armas, protocolos conjuntos de rastreo, tecnologías avanzadas para el control fronterizo y plataformas de intercambio de información entre países.
Uno de los aspectos más novedosos de la Hoja de Ruta es la creación de un mecanismo de seguimiento, estructurado por la OEA en coordinación con UNLIREC y el SICA, con indicadores de monitoreo y evaluaciones periódicas de impacto.
Firma del acuerdo en Washington
El acto de firma en la OEA contó con la participación de destacadas autoridades regionales, menos de Nicaragua.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, calificó la iniciativa como “un paso crucial en la agenda de seguridad de Centroamérica y República Dominicana”, y subrayó que la Hoja de Ruta será clave para reducir el impacto de la violencia armada en la región.
Por su parte, la secretaria general adjunta de la ONU y alta representante para Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu, destacó que esta es la primera hoja de ruta que incorpora la prevención de la violencia armada como un pilar fundamental, abordando tanto la oferta como la demanda de armas ilegales.
En la ceremonia también participó Hefer Morataya, director de Seguridad Democrática de la Secretaría General del SICA, junto a representantes de organismos multilaterales, sociedad civil y bancos de desarrollo, quienes manifestaron su interés en apoyar la implementación de la iniciativa.
A pesar de los esfuerzos previos, Centroamérica y República Dominicana siguen registrando altos índices de homicidios relacionados con armas de fuego.
En 2023, la tasa de homicidios en la región fue de 17,3 por cada 100.000 habitantes, mientras que en 2022, el 80% de los asesinatos se cometieron con armas de fuego.La ubicación geográfica de la región la convierte en un punto estratégico para el tráfico ilegal de armas, con rutas que facilitan el traslado de municiones y explosivos desde América del Norte y Sudamérica hacia mercados ilícitos, alimentando la violencia de pandillas y organizaciones criminales.