La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares en favor de Steadman Fagoth Muller, un reconocido líder indígena miskito y crítico de las políticas gubernamentales hacia los pueblos originarios, quien fue detenido por el Ejército de Nicaragua el pasado 14 de septiembre.
La nota de prensa emitida por la CIDH el 30 de octubre, responde a la solicitud de protección para Fagoth, “cuya vida e integridad personal están en riesgo”, según denuncian sus representantes legales.
Steadman Fagoth, de 74 años y figura histórica entre los pueblos indígenas del Caribe Norte, era un exguerrillero indígena que se alió al gobernante Frente Sandinista, pero fue detenido tras abogar por derechos territoriales del pueblo misquito.
Desde 2009, Fagoth ocupaba un cargo público en el que respaldó abiertamente las políticas del régimen de Daniel Ortega, pero este año denunció invasiones y explotación ilegal de territorios indígenas en la región.
Su detención ha sido percibida por la CIDH y por organizaciones de derechos humanos como una posible represalia por su oposición a las decisiones gubernamentales en materia de tierras.
El ejército de Ortega, en un comunicado, afirmó haber entregado a Fagoth a la policía sandinista bajo “sospecha” de que el líder indígena estaba relacionado con actividades vinculadas al crimen organizado.
Sin embargo, más de seis semanas después de su captura, el paradero y situación jurídica de Fagoth siguen siendo inciertos. Las autoridades nicaragüenses no han dado información a sus familiares ni a sus representantes legales, lo que motivó la intervención de la CIDH.
La resolución de la CIDH requiere al Estado nicaragüense adoptar medidas urgentes para localizar a Fagoth y proteger sus derechos, incluyendo informar si está bajo custodia, permitirle acceso a sus representantes y brindar las atenciones de salud necesarias.
La CIDH también solicitó al Estado asegurar que Fagoth pueda continuar su labor en defensa de los derechos indígenas sin ser objeto de amenazas ni represalias.
“La situación de Fagoth Muller es alarmante y refleja un patrón de represión hacia aquellos que defienden los derechos de los pueblos originarios”, declararon sus representantes, quienes también señalaron que la falta de información sobre su paradero y estado de salud “es un incumplimiento de las obligaciones estatales con los derechos humanos”.
El caso de Fagoth Muller, que involucra directamente a la CIDH y al sistema interamericano, añade un nuevo episodio a las tensiones entre el gobierno nicaragüense y las instancias internacionales de derechos humanos.
La CIDH, que actúa como órgano autónomo de la OEA, exige que Nicaragua adopte las medidas solicitadas y evite la repetición de hechos similares.
Esta decisión de la CIDH no implica un juicio sobre el fondo de una posible violación de derechos humanos, pero marca un llamado de atención hacia las prácticas del gobierno nicaragüense y resalta la grave situación de los líderes indígenas en la defensa de sus territorios.