La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aceptó para su trámite una denuncia con la que buscan que la entidad condene al estado de Nicaragua por el arresto y condena del obispo Rolando Álvarez, prisionero de la dictadura desde agosto de 2022.
La solicitud fue hecha por el Centro de Asistencia Legal Interamericana en Derechos Humanos (CALIDH) con sede en Argentina, el 20 de febrero de este año.
“Esto quiere decir que inicia el proceso de carácter cuasi judicial y que la finalidad de este proceso es condenar al estado de Nicaragua por las violaciones a los derechos humanos sufridos en la persona del obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, y tenemos muchas esperanzas de que habrá justicia para monseñor”, compartió Danny Ramírez, de la directiva de CALIDH.
Aseguró que el hecho de que el trámite haya progresado y fuera admitido en la CIDH va a poner al obispo en otro escenario, en el entendido que el líder religioso ya no será solo beneficiado con las medidas cautelares y provisionales que ha dictado la Comisión y la Corte Interamericana, si no que ahora se suma que él tiene un proceso internacional en contra del Estado de Nicaragua.
“Nosotros damos una lectura política a esto y es que en medio de la persecución que se está viviendo últimamente de todos estos sacerdotes, la comisión quiso tomar esta decisión para decirle al régimen: Los religiosos no están solos y te vamos a dar en el punto y vamos a abrir el caso de monseñor Álvarez”, consideró Ramírez.
La dictadura ya ha sido notificada sobre la decisión de la CIDH por medio del canciller Dennis Moncada. Además, el organismo continental ha enviado una nota diplomática a la misión permanente de Nicaragua ante la OEA en su sede en Washington, Estados Unidos.
“Lo que esperamos desde el centro de asistencia legal es que, si superamos todas las etapas procesales, se declare al estado de Nicaragua responsable de la violación de todos los derechos humanos de los que ha sido víctima la persona de monseñor Rolando Álvarez”, afirmó Ramírez.
Con el caso elevado a nivel internacional, la figura del obispo será vista de manera más preponderante.
Los religiosos presos políticos sometidos por los dictadores son monseñor Álvarez, y los sacerdotes Osman Salvador Guillén, Fernando Zamora Silva, Jaime Iván Montecinos, Eugenio Rodriguez Benavidez, Cristóbal Gadea, Iván Centeno, Julio Ricardo Norori, Manuel Salvador García, Leonardo Urbina, y el padre Álvaro Toledo, detenido el jueves por la noche.