La congresista republicana María Elvira Salazar instó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) a garantizar protección a los cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos que se encuentren en Estados Unidos sin antecedentes penales ni casos legales pendientes, tras la revocación del programa de libertad condicional humanitario (parole) que los beneficiaba.
En una carta dirigida al secretario interino del DHS, Benjamine Huffman, Salazar abogó por los migrantes acogidos al programa conocido como CHNV (Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela), creado por la administración de Joe Biden para permitir su estancia temporal en el país. Aunque criticó las “bases legales dudosas” del programa, señaló que los beneficiarios llegaron con la promesa de trabajar y residir legalmente por un tiempo determinado. “Creo que deberían tener la capacidad de procesar sus solicitudes para regularizar su estatus legal”, afirmó la representante por Florida.
El programa parole humanitario, inicialmente implementado en 2022 para venezolanos y luego extendido a cubanos, haitianos y nicaragüenses, permitió a más de 531,000 migrantes ingresar legalmente a Estados Unidos. De ellos, 211,040 eran haitianos, 117,320 venezolanos, 110,240 cubanos y 93,080 nicaragüenses, según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Salazar destacó que la Ley de Ajuste Cubano y las leyes de asilo vigentes garantizan el debido proceso a quienes buscan refugio de regímenes socialistas en sus países de origen. “Estados Unidos debe ofrecer a estos posibles asilados un juicio justo antes de tomar decisiones definitivas sobre su futuro”, agregó.
La congresista propuso extender el estatus de “Parole in Place”, otorgado a familiares de ciudadanos estadounidenses, a los cubanos con libertad bajo palabra, así como permitir ajustes de estatus para venezolanos en condiciones similares. Según Salazar, estas medidas serían coherentes con los valores democráticos y la tradición de refugio de Estados Unidos.
Salazar subrayó su compromiso con los migrantes que huyen de lo que calificó como “regímenes socialistas brutales” liderados por Miguel Díaz-Canel en Cuba, Daniel Ortega en Nicaragua y Nicolás Maduro en Venezuela. “Es fundamental garantizar que estas personas, que escaparon de persecuciones y condiciones inhumanas, tengan una oportunidad real de integrarse a la sociedad estadounidense”, concluyó.
El pronunciamiento de Salazar reafirma su posición como defensora de los derechos humanos y su rechazo a las políticas represivas en América Latina, un enfoque que sigue consolidando el respaldo de sus electores en Florida.