El proceso de captura, juicio y condena de la dictadura de Nicaragua contra monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, involucró a 18 sacerdotes más, según revelaciones de medios nicaragüenses.
Álvarez fue detenido en agosto de 2022 por tropas especiales a cargo del jefe del departamento de antinarcóticos de Auxilio Judicial de Matagalpa, comisionado Francisco Augusto Villarreal.
Fue un operativo inusual por cuanto Álvarez tenía varios días recluido en la curia episcopal de Matagalpa junto a otros religiosos a quienes la policía rodeó para evitar su salida.
En el operativo, según develaciones del medio Nicaragua Investiga, la guardia sandinista capturó a los sacerdotes Ramiro Reynaldo Tijerino y Sadiel Antonio Eugarrios, así como a quienes le acompañaban en su condición de laicos: Sergio Cárdenas Flores, José Luis Díaz Cruz, Melkin Antonio Centeno Sequeira y Darwin Sterling Leiva Mendoza.
Sin embargo, la lista de sacerdotes señalados en el reporte de la policía de Ortega eran 19, incluyendo Álvarez, lo que da cuenta de la magnitud del ataque político del régimen contra la Iglesia Católica.
Entre los sacerdotes investigados figuran Uriel Vallejos; monseñor Silvio Báez, en el exilio desde 2018; expárroco de la iglesia San Miguel de Masaya, padre Edwing Román, exiliado; expárroco de la iglesia San Juan Bautista de Masaya, padre Harvin Salvador Padilla.
También figuran en la acusación como investigados el padre Leonel Alberto Alfaro, exvicario parroquial de la iglesia Divina Misericordia en Managua; padre Elier Pineda Úbeda, ex vicario general en Jinotega; padre Vicente Martínez Bermúdez, expárroco en Ciudad Darío, exreo político y desterrado hacia Estados Unidos en febrero pasado; padre José Iván Tercero Centeno, párroco en Jalapa.
Además fueron investigados los sacerdotes Pastor Eugenio Rodríguez Benavidez, de Jalapa, quien recientemente fue detenido por la Policía orteguista por supuestamente haber extraído dinero de cuentas bancarias de monseñor Álvarez; José Luis Montoya Martínez; monseñor Carlos José Avilés Cantón, vicario general de la Arquidiócesis de Managua.
También figuran el padre Héctor del Carmen Treminio Vega, párroco de la parroquia Santo Cristo de Esquipulas; Erick Ernesto Ramírez Velásquez, párroco en Telpaneca; Allan Alfonso Paisano Hernández, párroco de la iglesia Santiago Apóstol, de Boaco; sacerdotes Ramiro Reynaldo Tijerino Chávez y Sadiel Antonio Eugarrios Cano, ambos ex reos políticos desterrados por la dictadura en febrero pasado a Estados Unidos.
La lista la terminan de engrosar los padres Aníbal Manzanares Tinoco, párroco en Terrabona, Fernando Isaías Calero Rodríguez, párroco en Rancho Grande, ambas localidades en Matagalpa.
A todos estos sacerdotes la policía del régimen los investigó por los delitos de provocación, preposición, conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional; propagaciones de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación, y obstrucción de funciones en perjuicio del Estado de Nicaragua.
El obispo fue condenado a 26 años de prisión en febrero pasado, luego de que se negó a ser desterrado junto a 221 presos políticos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Desde entonces, la lista de sacerdotes detenidos aumentó a ocho, incluyendo al obispo Álvarez.