El gobierno del presidente Rodrigo Chaves ha marcado un drástico viraje en la política exterior de Costa Rica, alejándose de China y consolidando su alineación con Estados Unidos bajo el mando del republicano Donald Trump.
Este cambio se evidenció en agosto de 2023 con la visita de Chaves a Washington y se ha intensificado con la reciente visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en el contexto del acuerdo migratorio que convierte a Costa Rica en un “tercer país seguro”.
El 29 de agosto de 2023, Chaves se reunió con el entonces presidente Joe Biden en la Casa Blanca, donde reafirmó que Costa Rica seguiría siendo “uno de los aliados más fuertes” de Estados Unidos en materia económica y de seguridad.
En ese encuentro, el mandatario costarricense también expresó su interés en que el país sea incluido en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), una propuesta que sigue sin una respuesta oficial de Washington.
Desde ese momento, la relación entre Costa Rica y EE.UU. se ha fortalecido, especialmente con la visita de Rubio este febrero, quien ratificó el apoyo estadounidense en áreas clave como seguridad, lucha contra el crimen organizado y ciberseguridad.
Sin embargo, la estrategia de Washington también ha significado presiones sobre Costa Rica para distanciarse de China, un socio clave en la última década.
El declive de la relación con China
El distanciamiento con China comenzó a materializarse en diciembre de 2023 con la firma de un decreto presidencial que excluye a empresas chinas de los concursos públicos para el desarrollo de redes de telecomunicaciones 5G en el país.
La norma establece que solo compañías de países signatarios del Convenio de Budapest pueden participar en estos proyectos, dejando fuera a gigantes como Huawei.
La medida generó roces con la embajada china en San José, que rechazó cualquier acusación sobre riesgos a la ciberseguridad y denunció la creciente influencia de EE.UU. sobre el gobierno costarricense.
Huawei, el gigante chino de tecnología excluido por Costa Rica, por su parte, ha recurrido a acciones legales para intentar revertir la exclusión, aunque sin éxito hasta el momento.
Chaves contra los Arias: la disputa por China
Uno de los episodios más polémicos de este viraje diplomático ha sido el enfrentamiento público entre Chaves y los hermanos Óscar Arias, expresidente y Rodrigo Arias, presidente del congreso. En su tradicional conferencia de prensa, el mandatario lanzó una dura crítica contra la decisión de Arias en 2007 de romper relaciones con Taiwán para establecer vínculos diplomáticos con China.
“Hay quienes hablan de ‘banana republic’ y querían convertir a Costa Rica en un país de arroz cantonés. Le estoy hablando a usted, Óscar Arias Sánchez. Usted quiso convertir este país, por incentivos e intereses, en un ‘cantones rice republic’”, afirmó Chaves el pasado 5 de febrero.
Chaves insinuó que los Arias habrían recibido beneficios económicos de China para anexar a Costa Rica a un tratado de libre comercio con el gigante asiático, aunque no presentó pruebas de ello.
La respuesta de Arias no se hizo esperar. A través de sus redes sociales, el premio Nobel de la Paz aseguró que durante sus gobiernos Costa Rica mantuvo una política exterior independiente y que nunca recibió órdenes de Washington.
“Dice que nunca recibió órdenes de Washington. No, porque estaba muy preocupado recibiendo cosas de Beijing, no sé si órdenes también”, replicó Chaves, profundizando la disputa.
China reacciona con molestia
Posterior a la visita de Rubio, la embajada china en Costa Rica emitió un comunicado de su cancillería en el que rechazó las declaraciones de Chaves y criticó la política de alineación con Estados Unidos.
“Las declaraciones en cuestión son nada más que clichés. Lo que traen las empresas chinas a Costa Rica son productos de alta calidad con precios accesibles y tecnologías de punta, que ayudan al desarrollo socioeconómico local”, señaló la representación diplomática.
“Costa Rica se ha mostrado muy firme en cuanto a la seguridad de su sistema 5G, permitiendo licitar a proveedores de confianza. Es importante, 5G va a ser una tecnología crítica para el desarrollo de todas las industrias que van a impulsar el siglo XXI.” – @SecRubio https://t.co/UQMmHujbfi
— US Embassy San Jose (@usembassysjo) February 4, 2025
El malestar de Pekín también se reflejó en la postura del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, que acusó a EE.UU. de presionar a los países latinoamericanos para reducir sus lazos con el gigante asiático.
“Estados Unidos, blandiendo arbitrariamente el garrote de aranceles o sanciones, no permite que los demás países tengan empresas más destacadas ni tecnologías más avanzadas, inclusive a expensas de los intereses de otros países, e incluso de sus aliados”, manifestó la cancillería china en una declaración oficial.
El papel de Trump y el futuro de la relación Costa Rica-China
El endurecimiento de la relación de Costa Rica con China también ha sido influenciado por la política de Washington bajo la administración de Donald Trump.
Rubio dejó claro durante su visita que Estados Unidos espera que sus aliados en la región se alineen con su estrategia geopolítica, lo que podría significar aún más restricciones para China en Costa Rica.
La embajada china ha advertido que la postura de Chaves podría perjudicar los intereses económicos del país, dado que China es uno de los principales compradores de productos costarricenses.
Además, Costa Rica ha sido un destino clave para inversiones chinas en infraestructura y tecnología, lo que ahora queda en entredicho ante la creciente presión estadounidense.
Pero ahora Costa Rica ha pasado de ser un aliado clave de China en Centroamérica a convertirse en un socio estratégico de EE.UU. en la región.
Esta transición ha sido marcada por decisiones políticas que han generado tensiones con Pekín y críticas internas, especialmente por parte de figuras históricas como los hermanos Arias.
En este nuevo escenario, Chaves se consolida como el arquitecto de una política exterior que redefine la posición de Costa Rica en la geopolítica global. Esta vez a favor de Washington.