El canciller de Costa Rica, Arnoldo André Tinoco, indicó que la administración de Rodrigo Chaves no tiene como prioridad la designación de embajadores en Nicaragua, Cuba, Rusia y Bolivia.
Estos países no forman parte de los planes diplomáticos de Costa Rica, que incluyen modalidades como embajadores virtuales y concurrentes.
Según informó el Diario La Nación de Costa Rica, Tinoco hizo estas declaraciones ante la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Legislativa, donde los diputados lo convocaron para discutir las asignaciones diplomáticas del gobierno de Chaves.
“No se han considerado nombres para embajadores en Bolivia, Cuba, Nicaragua y Rusia, que están siendo atendidos por encargados de negocios y tampoco es una prioridad para esta administración nombrar embajadores en estos países, por el momento”, afirmó Tinoco.
El canciller explicó que la falta de recursos ha llevado a la administración de San José a implementar varias modalidades para mantener el servicio diplomático, como embajadores virtuales y concurrentes.
Sin embargo, ninguna de las naciones mencionadas se encuentra en los planes actuales de Costa Rica, pese a la cercanía geográfica y cultural con Nicaragua.
Tinoco subrayó que cada embajada cuesta entre 250,000 y 450,000 dólares al año, y las nuevas modalidades permitirán a Costa Rica optimizar sus recursos.
Por otro lado, el gobierno evalúa la solicitud de beneplácito para embajadores de Catar, Indonesia, Kenia, Jamaica, Paraguay e Israel, además de un embajador alterno en Ginebra.
Desde julio de 2021, bajo la administración de Carlos Alvarado, Costa Rica suspendió el nombramiento de su embajadora en Nicaragua, Xinia Vargas Mora, debido a la represión y violaciones de derechos humanos de la familia Ortega-Murillo, dictadores de ese país.
El pasado 30 de julio, el dictador nicaragüense Daniel Ortega arremetió contra Costa Rica tras las críticas de este país a las elecciones en Venezuela, calificadas de fraudulentas por la oposición y la comunidad internacional.
En su discurso de odio, Ortega acusó a Costa Rica de “robar” la provincia de Guanacaste hace dos siglos y querer adjudicarse la soberanía del río San Juan fronterizo, aumentando la tensión entre ambos países.