El presidente Rodrigo Chaves de Costa Rica ha sido objeto de críticas severas tras su reciente discurso de rendición de cuentas en su tercer año de gobierno, que algunos líderes políticos han calificado como “incendiario” y “confrontativo”, poniendo en tela de juicio el estado de la democracia en el país.
Rodrigo Arias Sánchez, presidente de la Asamblea Legislativa, líder del partido verdiblanco, fue uno de los primeros en responder al discurso de Chaves, expresando su preocupación por el tono y contenido del mensaje presidencial.
“El discurso incendiario y confrontativo del mandatario está poniendo en juego la democracia del país”, declaró Arias.
En un intercambio que refleja la división política en el país, Arias enfatizó la importancia del diálogo y el respeto mutuo entre los poderes del Estado.
“Yo, señor Presidente, no he permitido que las diferencias me impidan la escucha respetuosa y llegar a acuerdos por el bien común”, mencionó Arias en su respuesta al presidente Chaves.
Arias recordó que gobernar es siempre caminar en equilibrio en una cuerda floja, con fuerzas opuestas que nos empujan de un lado a otro, con el constante peligro de moverse hacia extremos que empujan al abismo.
“Por una parte, lo social sin sustento fiscal es insostenible y, por otra, el equilibrio fiscal, sin inversión social, es peligroso, además de inhumano”, señaló.
Arias afirmó que jamás se podrá permitir sacrificar la inversión social en el altar de un malentendido ahorro meramente económico.
Cargado de críticas
El discurso de Chaves, que duró casi dos horas, no escatimó críticas hacia varias instituciones del país, incluyendo la Asamblea Legislativa, el Poder Judicial y la Contraloría General.
Sus ataques también se dirigieron a la contralora Marta Acosta y a los diputados de oposición, por no aprobar las leyes propuestas por el Poder Ejecutivo y por cuestionar las propuestas de ley el Poder Ejecutivo.
A pesar de reconocer el equilibrio macroeconómico logrado por el gobierno, Arias instó a Chaves a rectificar su enfoque.
“Tener diferencias de visiones es solo natural. Pero lo que no es costarricense es dejar que nuestras diferencias nos impidan acercarnos a una ruta de entendimiento”, afirmó Arias.
Las críticas al presidente Chaves no se limitaron a los cuestionamientos contra la Asamblea Legislativa, sino a las agresiones verbales contra la prensa, contra las personas a cargos de puestos públicos y a la falta de empatía con los problemas sociales que afectan gravemente al pueblo costarricense, como la violencia, la pobreza, el desempleo y el alto costo de la vida.
En reclamo ante la supuesta falta de apoyo de la Asamblea, Chaves ha anunciado un referendo para lograr mediante el apoyo social la venta de un banco estatal, la construcción de una estructura de oficinas y otras leyes.
“Procurar el uso del referéndum como un mecanismo caprichoso y vengativo para ir contra los Poderes de la República y contra nuestra institucionalidad, es una vana pretensión que no encontrará terreno fértil en este Congreso”, rechazó Arias.
Diputados de distintas fracciones políticas expresaron su descontento con el discurso presidencial y con el rumbo del país bajo la administración de Chaves.
Óscar Izquierdo, jefe de fracción de Liberación Nacional, señaló la ausencia de resultados en materia de seguridad y salud, mientras que Eli Feinzaig del Partido Liberal Progresista cuestionó los ataques del presidente contra el Congreso.
Desde la fracción del Frente Amplio, el diputado Ariel Robles Barrantes lamentó lo que consideró “el tono autoritario del gobernante”, señalando que esto dificulta el avance político en el país.
En medio de este ambiente de tensión política, la sociedad costarricense observa con atención el rumbo que tomará el país bajo el liderazgo del presidente Chaves, en un contexto marcado por desafíos económicos, sociales y políticos.