El Índice de la democracia de The Economist, correspondiente al 2023, coloca a la dictadura de Nicaragua en el último lugar en América Latina, con la posición 143 a nivel mundial, por debajo de Cuba (en el lugar 135) y Venezuela (142), marcándose un deterioro de la democracia en América Latina.
En tanto, Uruguay obtuvo el primer lugar en democracia en América Latina (el espacio 14 a nivel mundial) y según este Índice, el promedio regional en América Latina volvió a descender por octavo año consecutivo: de 5.79 bajó a 5.68, aunque se mantiene como la tercera región más democrática detrás de América del Norte y Europa.
América Latina fue calificada bien en tres indicadores: elecciones y pluralismo, libertades civiles y participación política (en este orden) y no pasa la prueba en cultura política y funcionamiento del gobierno. Costa Rica es calificada como democracia plena junto a Uruguay, mientras Chile desciende a democracia defectuosa.
En el caso de Paraguay pasa de régimen híbrido a democracia defectuosa de baja calidad.
Los demás países de AL mantienen su clasificación igual a la que tenían en 2022.
Región en deterioro
De acuerdo con este informe, el mayor deterioro de la democracia fue en Centroamérica y marca retrocesos en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, este último clasificado como una dictadura, mientras los otros tres son llamados regímenes híbridos.
Se destaca como principal problema que afecta a la región los desafíos en materia de seguridad ciudadana (crimen organizado y narcotráfico) y las respuestas autoritarias a esta problemática de parte de ciertos gobiernos.
Aunque la región destaca con buen puntaje en materia de elecciones, ese ejercicio en 2023 se hizo en un clima de violencia política (Ecuador), intento de golpe de estado (Guatemala) o alta polarización (Argentina).