El dictador Daniel Ortega otorgó nuevos poderes a su hijo, Laureano Ortega Murillo, para que en su rol de Asesor Presidencial firme acuerdos entre el régimen sandinista y China hasta el año 2027.
Este período excede el mandato de 2026, cuando concluye el actual gobierno iniciado en 2022, lo que sugiere que la administración pretende extender su influencia más allá del mandato actual iniciado en 2007.
A través del acuerdo presidencial número 106-2024, publicado en el Diario Oficial La Gaceta este martes, Ortega dictaminó que se “otorgan plenos poderes a Laureano Ortega Murillo, Asesor Presidencial para las Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional”, para que actúe en nombre y representación del gobierno firmando un memorando de entendimiento entre la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la República Popular China y la Secretaría de la Presidencia de Nicaragua sobre la Planificación de Cooperación para el desarrollo entre China y Nicaragua en el periodo 2025-2027.
El artículo 2 del acuerdo establece que “la certificación de este Acuerdo Presidencial es suficiente para acreditar la facultad del compañero Laureano Ortega Murillo, para actuar en representación del Gobierno de la República de Nicaragua de conformidad con el contenido del Artículo 1 del presente Instrumento”.
El acuerdo, que abarca el período 2022-2026, excede el ciclo habitual de los gobiernos electos en Nicaragua, aunque Ortega permanece en el poder desde 2022, después de las controvertidas elecciones de 2021, cuando encarceló a sus posibles oponentes y compitió sin una verdadera oposición.
Asimismo, Ortega autorizó a Laureano Ortega Murillo a firmar un convenio de cooperación económica y técnica entre China y Nicaragua, según el acuerdo presidencial No. 107-2024, que también estipula que la certificación es suficiente para acreditar la facultad de Laureano Ortega Murillo para actuar en representación del Gobierno de la República de Nicaragua.
Laureano Ortega y las sanciones internacionales
Laureano Ortega Murillo ha sido sancionado por corrupción, lavado de dinero y violación de derechos humanos.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea incluyen la congelación de activos y la prohibición de entrada a esos países.
Estas sanciones responden a su presunta implicación en actividades corruptas y en la represión de la población civil opositora al gobierno de su padre y su madre, Rosario Murillo, ambos señalados de cometer crímenes de lesa humananidad.
Laureano Ortega Murillo, apodado “El Chigüin”, es considerado el heredero de la familia Ortega-Murillo.
Su creciente influencia y poder dentro del gobierno sandinista refuerzan las preocupaciones sobre la continuidad de la administración Ortega-Murillo en Nicaragua.
Con estos nuevos poderes, la dictadura de Ortega-Murillo busca fortalecer sus lazos con China y asegurar el control político y económico del país más allá de su mandato actual, desafiando las normas democráticas y los derechos humanos en el proceso.