La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha confiscado la clínica Nazareth y las instalaciones de la Fundación Odorico D’Andrea, en San Rafael del Norte, Jinotega, en un nuevo golpe contra la Iglesia católica y las organizaciones de asistencia social en Nicaragua.
La policía del régimen y la Procuraduría General de la dictadura ejecutaron el despojo el pasado 29 de enero, acompañados por la directora del Sistema Local de Atención Integral en Salud (Silais) de la localidad, Mirna López, quien ahora administrará la clínica, según reportó el sitio web Mosaico CSI.
La Fundación Odorico D’Andrea, dedicada a programas de desarrollo comunitario, había perdido su personalidad jurídica en agosto de 2024, cuando el régimen canceló más de 1.500 organizaciones civiles.
Su confiscación incluyó vehículos y motocicletas, así como el Templete Divina Providencia, un espacio de peregrinación donde se recordaba al fraile franciscano fallecido en 1990, cuya causa de beatificación avanza en el Vaticano, denunció la prensa en El Vaticano.
La dictadura sandinista mantiene una política de persecución sistemática contra la Iglesia católica, con encarcelamientos, exilios forzados y el cierre de obras sociales vinculadas a la fe.
En febrero de 2023, Ortega ordenó la expulsión del sacerdote italiano Cosimo Damiano Muratori, vicepostulador de la causa de beatificación de Fray Odorico D’Andrea.
La confiscación de la clínica y la fundación se suma a una serie de acciones represivas contra el catolicismo en Nicaragua, donde el régimen ve en la Iglesia un obstáculo para su control absoluto de la sociedad.
Claustros de monjas, clínicas humanitarias, comedores de indigentes, asilo de ancianos, huertos campesinos y orfanatos de la Iglesia católica han sido confiscados y sus administradores desterrados.