El régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo congeló las cuentas bancarias de la privada Universidad Centroamericana (UCA), con sede en Managua, propiedad de la Compañía de Jesús.
La información fue destacada por el medio digital Divergentes y ratificada por otros medios locales de Nicaragua.
De acuerdo a las publicaciones, fuentes del Ministerio de Gobernación de la dictadura son los ejecutores de esta medida represiva.
Según la información, la dictadura no informó a la UCA si existe o no una investigación por el origen de los fondos.
Las autoridades universitarias emitieron correos a sus estudiantes explicando que “por inconvenientes en nuestros canales y medios de pago ajeno a nuestra
voluntad, no estamos recibiendo pagos correspondientes a aranceles y servicios de ninguna de las instancias de la universidad”.
La universidad, excluida del presupuesto estatal que recibió durante más de 17 años, no había recibido el aval de funcionamiento de las autoridades rectoras de la universidad superior del régimen.
El alma mater ha estado bajo ataque permanente del régimen desde el estallido de la crisis sociopolítica en abril de 2018, en Nicaragua, por haberse convertido en
uno de los bastiones de los manifestantes opositores en 2018.
Desde ese año la dictadura fue recortando gradualmente el presupuesto asignado a
la UCA.
En marzo de este año, la Asamblea Nacional controlada por Daniel Ortega aprobó una reforma que excluyó a la UCA del presupuesto estatal.
Ahora se teme la confiscación del centro de estudios y todos sus activos. Desde 2021 la dictadura ha venido cancelando y confiscando universidades privadas bajo
el argumento de no prestar condiciones de calidad o alteraciones en sus documentos.
Entre las universidades figuran varias de orientación cristiana y otras regidas por organizaciones católicas.